AFTER OFFICE: Siempre que llovió, ¿paró?
por Irene Bianchi ¿Y, chicas? ¿Cómo las trató el diluvio? ¡Como el traste! Y eso que tenemos un Papa Argento. Creí que ahora íbamos a estar mejor posicionados con el Tata Dios. Que teníamos banca, línea directa. Pero no. Quévachaché. Ajo y agua. ¡No! ¡Por favor! ¡Más agua, no! Seguir leyendo