• ¡Holis! Arriba el ánimo, chiquis! Se va agosto. ¡Ya se acerca la primavera!
  • Y por suerte, se va terminando este año entre paréntesis.
  • ¿Saben que no cuenta, no? O sea, seguimos teniendo la misma edad. Cumpleaños no festejado no se computa.
  • ¿En serio? ¡Una buena! Pensar que yo le tenía fe al 2020. Número redondito, par, simpático, me caía bien.
  • Te falló el horóscopo, Elvi.
  • Seré curiosa, Zule. ¿Qué es esa botellita que tenés al lado? ¿No estarás tomando dióxido de cloro como la Canosa, no?
  • Nada que ver. Es agua de la canilla. Hay que hidratarse. Más a nuestra edad.
  • Vos sos más joven que la Dra Rosenfeld, ¿no? La leguleya mediática es del ’55, y le ofrecieron diez lucas verdes para posar desnuda, ¿pueden creer?
  • Y, hay mucho masoquista morboso y ricachón. Siempre hay un roto para un descosido.
  • Le gusta más la cámara que el dulce de leche a la blonda. ¿Qué necesidad tenía de hacerlo público? Toda excusa es buena para salir en la tele.
  • Yo tendría que pagar para posar en tarlipes. Me demandarían por daños y perjuicios.
  • No te tires abajo, Mecha. Tan mal no estás. Nos conservamos bastante bien, por la edad que tenemos. Para colmo, esta cuarentena engorda.
  • ¡Shhh! ¡No se dice más “cuarentena”! Es mala palabra. ¿No lo escuchaste al Presi? Dijo que no existe más hace rato.
  • Pero yo hace 150 días que estoy encerrada. ¿Cómo se dice entonces?
  • ¿Qué sé yo? ¿Descanso obligado? ¿Auto reclusión voluntaria? ¿Arresto domiciliario?
  • Parole, parole, parole …
  • Yo al Banderazo del 17 fui. Embarbijada, enmascarada, con guantes de latex, pasamontaña, alcohol en gel y una de esas capitas descartables que te dan en las Cataratas para que no te empapes en el gomón.
  • Más rescatable que descartable, ¿no? Vos no tirás ni los escarbadientes usados, Noemí.
  • Lo bueno es que nadie me reconoció con esa facha. Pasé desapercibida.
  • ¿Y se puede saber para qué fuiste? ¿Vos no serás terraplanista, anti-vacuna, anti-cuarentena, o como se diga, no?
  • ¡No! Fui porque me da la sensación que, mientras estamos encerradas, acorraladas por el bicho, muertas de miedo, los que tienen la sartén por el mango se apura a hacer chanchurrios.
  • ¡Qué mal pensada! Si nuestra clase política es impoluta. Serían incapaces de hacer algo así.
  • Hasta “incapaces”, estoy de acuerdo. Lo demás, corre por tu cuenta.
  • A mí me preocupa Chupín Doman. Se volvió a separar. Le duró un año el matrimonio.
  • Efectos colaterales de la pandemia. Vivían separados porque él madruga y se acuesta tardísimo. Así no hay pareja que aguante.
  • Es buen partido el Intratable. Medio gomazo, pero un candidato nada despreciable.
  • No es mi tipo. Y mucho menos, con chupines colorados.
  • A mí se me cayó un ídolo. Ahora me vengo a enterar que Cristian Castro la fajaba a su vieja.
  • No sólo eso. Dicen las malas lenguas que debutó sexualmente con quien luego fuera la novia de Verónica. O sea, con su eventual madrastra. Y todavía hoy toma leche en mamadera. La mema, que le dicen. Carne de diván.
  • Necesita un simposio de psiquiatras el chamaco. Tiene unos cuantos asuntos que tratar, además de su Edipito no resuelto con la mamma, el Corcho Erótico.
  • Chicas, me voy. Me hago pis. Y no quiero dejar una foto en el zoom, como hizo el legislador Esteban Bullrich. Brindo con agua dos veces. ¡Chin, chin! ¡Chin, chin!