¡Holis! Arriba el ánimo, chiquis! Se va agosto. ¡Ya se acerca la primavera!
Y por suerte, se va terminando este año entre paréntesis.
¿Saben que no cuenta, no? O sea, seguimos teniendo la misma edad. Cumpleaños no festejado no se computa.
¿En serio? ¡Una buena! Pensar que yo le tenía fe al 2020. Número redondito, par, simpático, me caía bien.
Te falló el horóscopo, Elvi.
Seré curiosa, Zule. ¿Qué es esa botellita que tenés al lado? ¿No estarás tomando dióxido de cloro como la Canosa, no?
Nada que ver. Es agua de la canilla. Hay que hidratarse. Más a nuestra edad.
Vos sos más joven que la Dra Rosenfeld, ¿no? La leguleya mediática es del ’55, y le ofrecieron diez lucas verdes para posar desnuda, ¿pueden creer?
Y, hay mucho masoquista morboso y ricachón. Siempre hay un roto para un descosido.
Le gusta más la cámara que el dulce de leche a la blonda. ¿Qué necesidad tenía de hacerlo público? Toda excusa es buena para salir en la tele.
Yo tendría que pagar para posar en tarlipes. Me demandarían por daños y perjuicios.
No te tires abajo, Mecha. Tan mal no estás. Nos conservamos bastante bien, por la edad que tenemos. Para colmo, esta cuarentena engorda.
¡Shhh! ¡No se dice más “cuarentena”! Es mala palabra. ¿No lo escuchaste al Presi? Dijo que no existe más hace rato.
Pero yo hace 150 días que estoy encerrada. ¿Cómo se dice entonces?
¿Qué sé yo? ¿Descanso obligado? ¿Auto reclusión voluntaria? ¿Arresto domiciliario?
Parole, parole, parole …
Yo al Banderazo del 17 fui. Embarbijada, enmascarada, con guantes de latex, pasamontaña, alcohol en gel y una de esas capitas descartables que te dan en las Cataratas para que no te empapes en el gomón.
Más rescatable que descartable, ¿no? Vos no tirás ni los escarbadientes usados, Noemí.
Lo bueno es que nadie me reconoció con esa facha. Pasé desapercibida.
¿Y se puede saber para qué fuiste? ¿Vos no serás terraplanista, anti-vacuna, anti-cuarentena, o como se diga, no?
¡No! Fui porque me da la sensación que, mientras estamos encerradas, acorraladas por el bicho, muertas de miedo, los que tienen la sartén por el mango se apura a hacer chanchurrios.
¡Qué mal pensada! Si nuestra clase política es impoluta. Serían incapaces de hacer algo así.
Hasta “incapaces”, estoy de acuerdo. Lo demás, corre por tu cuenta.
A mí me preocupa Chupín Doman. Se volvió a separar. Le duró un año el matrimonio.
Efectos colaterales de la pandemia. Vivían separados porque él madruga y se acuesta tardísimo. Así no hay pareja que aguante.
Es buen partido el Intratable. Medio gomazo, pero un candidato nada despreciable.
No es mi tipo. Y mucho menos, con chupines colorados.
A mí se me cayó un ídolo. Ahora me vengo a enterar que Cristian Castro la fajaba a su vieja.
No sólo eso. Dicen las malas lenguas que debutó sexualmente con quien luego fuera la novia de Verónica. O sea, con su eventual madrastra. Y todavía hoy toma leche en mamadera. La mema, que le dicen. Carne de diván.
Necesita un simposio de psiquiatras el chamaco. Tiene unos cuantos asuntos que tratar, además de su Edipito no resuelto con la mamma, el Corcho Erótico.
Chicas, me voy. Me hago pis. Y no quiero dejar una foto en el zoom, como hizo el legislador Esteban Bullrich. Brindo con agua dos veces. ¡Chin, chin! ¡Chin, chin!