La marcha convocada por Hugo Moyano no parece tener un origen muy claro. Da la sensación de que quiere valerse de esta estrategia para cubrir sus espaldas. Justo cuando está siendo investigado por la Justicia para dilucidar el origen de su abultado patrimonio, llama a sus muchachos para que copen la calle y se manifiesten en contra de Macri, con quien él mantenía una muy buena relación hasta ayer nomás. Y no es casual que los demás sindicalistas no se sumen y lo estén dejando solo. Ellos también deben pensar que los asuntos personales se dirimen entre los interesados, no llamando a la barra de amigos para hacerle el aguante. ¿No estará corriendo el foco de atención? Una cosa es el innegable descontento social y otra muy distinta «usar» a los trabajadores con fines personalísimos.

Publicado en La Nación