A esta altura del partido, creo que es válido concluir que la máxima “expertise” del kirchnerismo son sus ampulosas puestas en escena. Inaugurar con más bombos que platillos distintas obras a medio terminar, fachadas vistosas, hospitales vacíos, en definitiva: puro humo. Otros ejemplos más modestos de esta moribunda gestión: la canilla del Coqui Capitanich o la calesita de Wado de Pedro. El último mega-acting, fue la “puesta en marcha” del Gasoducto Néstor Kirchner el domingo 9 de julio, evento en que “Unión por la Patria” simuló armonía y unidad, todo lo que-en rigor-carecen ostensiblemente. Asocio el mencionado gasoducto con la expresión “Luz de gas” (gaslighting), que significa negar la realidad, dar por sucedido lo que nunca ocurrió, o manipular la información para que la víctima llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Y me vienen a la memoria frases como “sensación de inseguridad”, “en Alemania hay más pobres”, “qué bueno que bajó la inflación”. Son simuladores profesionales, expertos escenógrafos. Lo peligroso es creer tanta ficción berreta, inverosímil.

Diario Clarín, 17/7/2023