Diferencias

Nos guste o no, hay que reconocer que Cristina Kirchner es muy hábil para ocupar siempre el centro de la escena. Indudablemente, una inteligente estratega. Una «prima donna» de la política. Por su presencia o por su ausencia. Por su silencio o sus dichos. Ahora, muchos consideran su enigmática carta una crítica a la actual gestión, mientras el Presidente elige leerla como una señal de apoyo. Y así, entre bambalinas, la vicepresidenta sigue manejando los hilos de nuestra nación, subiendo o bajando el pulgar. Ella es el verdadero poder detrás del sillón de Rivadavia. Y en cuanto a su fallecido esposo, al ver a tantos militantes conmemorando los 10 años de su partida (la mayoría sin barbijo ni distanciamiento social), pensé en los miles de argentinos que ni siquiera pudieron despedir a sus muertos durante estos 8 meses.

Irene Bianchi para diario La Nación