«EL DAVID» UN POROTO AL LADO DEL MUÑECO GALLARDO
¡Qué suerte que ya se nos retiró, chicas! · ¿De qué hablás, Mabel? · De Andrés, el que venía una vez por mes. · ¡Ay, sí! ¡Que comodidad! No la extraño ni un poquito. · No lo digo por la comodidad solamente. Zafamos de la nueva genialidad de este des-gobierno. Seguir leyendo