Realmente, el nivel de esta campaña pre–PASO es muy mediocre y de una pobreza llamativa. No lo circunscribo a un partido político, sino a todas las propuestas. Todos los spots subestiman la inteligencia de los ciudadanos. Los denodados esfuerzos por seducir a los votantes jóvenes son tan infantiles que generan risa. Cada vez que los candidatos aparecen en entrevistas televisivas o radiales, derrapan indefectiblemente. Los y las hemos oído hablar de “porro”, “garchar”, cartas astrales, diálogos telefónicos con sus madres en los que ellas los retan. En fin, un repertorio de pavadas y banalidades que hablan más de los emisores que de los receptores. Es lo que hay … Muy poco.

Irene Bianchi para Clarín