por Irene Bianchi
       Che, ¿será cierto lo de Susana y Maravilla? ¡Cómo le tiran los boxeadores!
       Si lo llaman “Maravilla” por sus atributos, lo bien que hace la Giménez.
       ¡No seas cochina, Pilu! Vos y tu idea fija. Siempre pensando en lo mismo.
       Peor vos, reprimida, con tu moral victoriana.
       Estás equivocada, Inesita. Ahora se sabe que respetables médicos victorianos inventaron nada menos que el vibrador en 1880, para curar la histeria femenina. Comprobaron que aliviaba la ansiedad, la irritabilidad y la pesadez del abdomen. Fue anterior a la plancha eléctrica y a la aspiradora.
       Y mucho más entretenido que esos electrodomésticos, si vamos al caso.
       Hablando de romances mediáticos, ¿vieron el beso de lengua entre Carmen y Matías Ale? ¿No les dio asquito?
       Asquito no, náuseas. El que pisa ese estudio de Ideas del Sur, no tiene retorno. Debe haber algún virus en el ambiente que los pervierte a todos por igual.
       Me enteré  que a Charlotte Shampein Caniggia la siguen más de cien mil adolescentes en twitter. ¿Se detuvieron a pensar que a esos pibes se los va a dejar votar? Estamos perdidos, compatriotas.
       Y después de todas las barbaridades que se dijeron Moria y la Barbieri, ahora resulta que van a trabajar juntas en el verano. Del odio al amor en un tris.
       En la política y en la farándula, esa bipolaridad es moneda corriente. No sé por qué te extraña, Lucy. Todos juegan a las esquinitas según la conveniencia.
       ¿Vieron que Axel Kicillof, después de afirmar que “al Señor Rocca habría que fundirlo”, lo fue a visitar a Techint? ¿Le habrán tirado la oreja al “pendex”?
       No fue al único. La hija de Timerman se iba a casar en Punta del Este, con más de 300 invitados. Y ahora volvió al pago chico, por órdenes de arriba, parece.
       Yo tengo una especie de claustrofobia, con tantas trabas y restricciones. No porque me sobre la guita como para salir del país, pero tampoco me gusta que me lo impidan o me lo dificulten.
       ¡Sh! ¡Hablá bajito! ¡Mirá que la AFIP vigila hasta los pensamientos! Ahora te preguntan qué diarios lees, a qué periodistas escuchás, en qué medios confiás.
       ¡Me estás jodiendo! Pero, esa encuesta ¿es obligatoria?
       No. Por ahora.
       Y, era previsible. Con tantas temporadas de “Gran Hermano”, ahora estamos todos encerrados en “la Casa”, con cámaras hasta en el inodoro.
       Lo del inodoro no es una metáfora. Tal vez llegue un momento en que nuestras “heces” sean analizadas, para ver si lo que comimos responde a lo que se debe ingerir según el INDEC, con 6 pesitos por día “per capita”.
       ¿Y eso de tenerle un poquito de miedo a la Presidenta? ¿Cómo les cayó?
       Como el tujes. Y mirá que nosotras, las veteranas, ya las vivimos todas, ¿no? Miedo a la guerrilla, miedo a los milicos, miedo a los grupos para-policiales, miedo a los secuestros extorsivos, miedo a la “mano de obra desocupada”.
       Sí, pero ahora estamos en democracia, Pilu. Yo prefiero sentir respeto por los que nos gobiernan. No miedo.
       ¿Se acuerdan cuando éramos chicas? Nos asustaban con el Cuco, el Hombre de la Bolsa, la Llorona, la Luz Mala.
       Lamento informarte que todos ésos siguen vigentes. Y hay muchos más.
       Sí, pero los asustadores actuales le tienen miedo al “cuarto oscuro”. Y recuerden que ahí todavía mandamos nosotros. ¡Chin, chin!