por Irene Bianchi
       Chicas, hoy la hago cortita en el bar, porque me voy a meditar al Planetario.
       ¿Vos también, Gorda? ¿No te huele raro tanto circo marketinero?
       Mirá, Cloti, lo importante es el mensaje. Está bueno bajar varios cambios,  conectarse con uno mismo, relajarse, anclarse en el aquí y ahora.
       Todo bien, Gordi, pero ¿qué hacía el gurú ése hablando por celular durante una meditación? ¿Tiene línea directa con Buda? Rompió la mística, el chabón.
       Vos te quedás en las formas, y te perdés lo esencial, amiga. Una pena.
       Puede ser, pero no me cierra que te cobren un fangote para aprender a respirar
       Disculpen que me meta, chicas, pero la verdad de la milanesa es que estamos tan curadas de espanto, tan descreídas a esta altura del campeonato, que desconfiamos hasta de nuestra propia sombra.
       Yo necesitaría ir con vos al Planetario, Gorda, porque esta semana me cacé una calentura infernal con este asunto de la cadena a repetición. Todo un record: ya van 16 en lo que va del año. El lunes me quedé sin ver “Graduados”.
       Pero si lo pasaron después del discurso de la Presidenta, Noemí.
       Sí, claro, cuando yo estaba por el séptimo sueño. No te olvides que madrugo.
       Hasta el Cabezón levantó su programa. Estas medidas son piantavotos.
       Si por lo menos se alternaran de vez en cuando con una que otra conferencia de prensa posta posta, donde los periodistas pudieran preguntar libremente sobre todos los temas, vaya y pase. Pero tanto monólogo de autobombo, satura.
       ¡Qué frívolas que son, chicas! Me decepcionan. Prefieren distraerse con un culebrón o una pavada televisiva, en vez de entender de qué se trata el modelo.
       Mirá, Nequi, para Modelo me quedo con la cervecería platense. ¡Cómo me gusta tirar las cáscaras de los manises al piso! ¡Qué placer!
       Se dice maníes, burrita. Hablá bien. Parecés de la generación “Ni-Ni”.
       ¡Más respeto con los futuros votantes, compañera! Igual, la culpa de que ni estudien ni trabajen, no es de ellos sino nuestra. Los adultos dejamos mucho que desear. Varias generaciones de patos criollos. ¿Qué querés, pobres chicos?
       Hablando de “Ni-Nis”, ¿se enteraron que el zángano de Antonio de la Rúa le reclama un fangote de palos verdes a su ex, la pobre Shakira? Dice que por acompañarla durante 11 años, postergó su carrera. Antoñito rostro de granito.
       En parte tiene razón. Si hubiera hecho carrera como político, siguiendo los pasos del divertido de su padre, en este íspa se forraba en guita. Otra no hay.
       Y ahora con esto del cepo al dólar, agarráte Catalina.
       ¿Por qué? Es un estímulo para conocer nuestro país. Veámosle el lado bueno.
       Sí, Chela, lástima que Bariloche sea más caro que Aspen, Colorado.
       Hay que estar atentas a ver dónde veranean los funcionarios K. y escracharlos si cruzan la frontera. ¡Ajo y agua! Vacaciones en casa para todos y todas.
       Sí, en casa, literalmente. Con tanto impuestazo e inflación encubierta, a mí no me da ni para la Balandra.
       Che, Gorda, ¿cobran hoy para ir a respirar al Planetario? Estamos tan cargadas que nos vendría bien a todas acompañarte y ventilarnos un poco, ¿no?
       Y en una de ésas, aliento va, aliento viene, compartimos la lonita con algún caballero meditabundo, y quién les dice, ligamos algo.
       Buena idea. Vamos en patota. Ante un pasado tan negro y un futuro tan incierto, ¡aguante el aquí y ahora! ¡Chin, chin!