• Diciembre. ¿Se dan cuenta?  Ya hay que armar el arbolito. Me muero muerta.
  • Yo no me banco a los que te dicen “¡Feliz Navidad/Año Nuevo, si no te veo!”. Me estás viendo, chabón. Nunca lo entenderé.
  • Quieren decir “si no te veo antes”, Zulmita. No es tan difícil de entender.
  • Mejor, chicas, que las Fiestas lleguen antes de que nos vuelvan a encerrar por el “Omicron”.
  • ¡Tocáte la izquierda, Adelita! ¡No seas mufa!
  • Es que hay que hacerse a la idea que tendremos que convivir con estos bichos malditos de ahora en adelante. Los guachos van mutando, cambian de nombre y se las ingenian para seguir jodiéndonos la existencia. El alfabeto griego es largo, che.
  • Puede ser. Lo que es seguro es que hay hábitos que llegaron para quedarse.
  • ¿Como cuáles?
  • El “matisoli”. No más mate compartido, por ejemplo.
  • Eso no está del todo mal. La verdad sea dicha, a veces hemos participado de rondas de mate con gente cuya salud e higiene bucal era bastante sospechosa. ¿Qué otro?
  • El saludo con puñito en lugar del apretón de manos o el  beso en la mejilla.
  • No me gusta. Suena a “te doy una piña”.  Nada como un abrazote de oso.
  • Ni hablar de picos con extraños o besos de lengua.
  • A menos que te muestren su PCR o su test de antígenos antes de chapar.
  • Sí, pero reciente. Si no, no vale. ¿Qué más?
  • Muchos laburos y reuniones de trabajo presenciales al cuete bien pueden seguir haciéndose por Zoom. Y en piyama.
  • Del barbijo/ mascarilla no nos libramos más. Ponéle la firma.
  • Viene bien para hacerse la bolu cuando no querés saludar a alguien. “¡Ay! ¡Perdón! ¡No te reconocí!” Y zafaste.
  • Lo del lavado de manos, a mí me lo martillaron de chiquita. Jamás nos sentábamos a la mesa sin hacerlo antes. Eso no es nuevo. Del tiempo ‘e Ñaupa.
  • Sí, pero ahora hay que hacerlo todo el tiempo, no sólo antes de comer. Casi un TOC.
  • Ni hablar de la desinfección de alimentos cuando volvés del chino. Me pudre.
  • El otro día me tomaron la temperatura cuando entraba a un negocio y me dio 30. Del julepe que me pegué, casi me desmayo, lo cual me convirtió en sospechosa.
  • Es que pasa eso. Si te da un ataque de tos o estornudás en público, te sentís una asesina serial. Todos te miran con una mezcla de odio, desconfianza, repudio y miedo.
  • Y te queda el estornudo amontonado adentro del barbijo. Un asquete.
  •  Y pensar que hay gente que no se quiere vacunar.
  • La libertad es libre. No se los puede obligar.
  • Ok, pero en algunos países no se los va a dejar salir de sus casas, y hasta perderán el laburo. Es un tema de responsabilidad social. O nos salvamos todos, o crepamos.
  • El otro día hice un comentario en las redes, y los anti vacunas me acribillaron. Menos bonita, de todo me dijeron. Son bravos. Fundamentalistas.
  • ¿Qué quieren que les diga, chicas? Yo estoy en la dulce espera.
  • ¿Embarazada, Rosi? ¡Si se te había retirado hace añares! ¡Un milagro!
  • La tercera dosis, Zule.  Activá el GPS y ubicáte, querés.
  • Che, propongo que hoy brindemos con Fernet. Dicen las malas lenguas que peligra el abastecimiento por un conflicto salarial.
  • ¿El Presi no tendrá nada que ver? ¿No dijo que Córdoba tenía que integrarse al país?
  • Tantas cosas dice … Bueno, entonces brindemos por la República separatista de Córdoba. ¡Chin, chin!