• Chicas, ¿a ustedes les gustan los yuumies?
  • ¿Cuáles? ¿Esos caramelos gelatinosos, con formitas? Sí, son adictivos. Comés uno y no podés parar.
  • A mí me encantan, pero no puedo. Se me pegan a los postizos y los arrancan.
  • Siempre pensando con la panza, golosas. No hablo de los dulces. Hoy se les dice “Yuumies” a los nuevos metrosexuales, consumidores de lujo. “Young urban males” ¿No los tenés?
  • No. Yo me quedé en la época de los Yuppies: “Young Urban Professionals”.
  • Bueno, son más o menos lo mismo. Sólo que éstos, además de ser exitosos profesionales, gastan fortunas en tratamientos de cosmética y belleza.
  • Ya no quedan más hombres de pelo en pecho, che. Ahora se depilan con láser.
  • ¿Vos decís que los machos son una raza en extinción, como los Panda?
  • ¿Te cabe alguna duda? Los contás con los dedos de una mano. Un puñado.
  • O sea que, a este paso, se viene la extinción de la raza humana.
  • ¡Qué exageradas! Tampoco es para tanto. Todo es pendular en las costumbres.
  • Y los que quedan, dejan bastante que desear. ¿Vieron el aviso de Mauro Icardi?
  • ¿El de Pepsi?
  • El mismo. El pibe, como si nada, afana 5 tapitas, para ligar una botella gratis.
  • ¿Qué se puede esperar de un ladrón? ¿Acaso no le afanó la jermu a Maxi?
  • No es tan así. Wanda, que es más pícara que bonita, se hartó de la cornamenta que le puso López, y se vengó del blondo seduciendo al chaboncito, que mordió el anzuelo como buen pesca’u.
  • Nunca un plomero, un gasista, un albañil, estas chicas ¿no?
  • Y encima, a la propaganda, la musicalizaron con “Estoy mirando a tu novia, ¿y qué?”, de los Babasónicos. Un tiro por elevación al infiel. Una turrada.
  • La tele no está para dar ejemplos de nada, Ñata. Con mirar un ratito el circo romano de Tinelli, te das cuenta.
  • Cierto. Cómo les gusta sufrir a los participantes, ¿no? Son todos masocas.
  • A mí me da risa Nacha. Tan espiritual, tan meditadora, tan vegetariana, tan agua mineral, la mina destila veneno por todos los poros. Debería haber protagonizado “Farsantes” el año pasado.
  •  Yo creo que, ni bien apoyan el trasero en los sillones del Jurado del Bailando, son poseídos por el mismísimo demonio. Aflora lo peor de cada uno.
  • A Matías Alé lo defenestró por gordo, pobre nabo.
  • ¿Sabés por qué? Porque él no tuvo mejor idea que decir, durante la previa, que está feliz, atravesando el mejor momento de su vida, a punto de casarse. Y los agretas del Jurado no se bancan que nadie la esté pasando bien. Le pincharon el globo. Le escupieron el asado. Le arruinaron el estofado.
  • ¿Todas tus metáforas son culinarias, Rosa? ¿No se te ocurre nada que no tenga que ver con el morfi?
  • Es que estoy a dieta, y no puedo pensar en otra cosa. Tengo la idea fija.
  • Lástima que no fuiste a la picada que se mandaron Capitanich, Grondona y Sabella, preparada con esmero por Cocineros Argentinos. Quesito, salamín …
  • ¿Y qué hacía el Jefe de Gabinete en ese encuentro? ¿Qué pito toca ahí?
  • No sabría decirte. No habrá querido perderse el jamón crudo, no sé.
  • Tengo una idea:preparo una buena picada en casa y miramos los Martín Fierro todas juntas. No esperen jamón crudo. Paleta sanguchera y gracias. Chin, chin!