por Irene Bianchi
·        ¡Uy, uy, uy! ¡Van a caer piedras! ¡Miren quién apareció! La ofendida.
·        Sí, chicas. Sé que hace mucho que no vengo, pero quiero hacer las paces.
·        ¿Y qué bicho te picó, si se puede saber? ¿Por qué te abuenaste de pronto?
·        Primero, porque ya ni me acuerdo por qué discutimos. Y segundo, porque se ha puesto de moda amigarse últimamente. Sigo la tendencia.
·        En eso te doy la razón. No más Montescos ni Capuletos. Si hasta la Chiqui Legrand la abrazó a Moria cuando hicieron la tapa de Gente.
·        ¿Gente? Gentuza, dirás. ¿Pueden creer que Boludoman aparece en esa tapa?
·        ¡No seas mala, che! Parece que la novia le colgó la galleta al Sr. Chupín.
·        Se lo merece. Ojalá también se lo hagan a Cabrón, el infiel crónico.
·        Ojo que hubo más acercamientos. También en la política. Scioli habló con Massa y Randazzo con Macri. Impensado en esta década desaprovechada en más de un sentido. Y el nuevo Jefe de Gabinete dice estar abierto al diálogo.
·        ¡Qué cosa, ¿no?! Lo que debería ser natural y cotidiano, nos parece raro y extraordinario. ¡Cómo nos cuesta madurar!
·        Y Pachano, que hablaba pestes de Fort, se paseó por todos los programas minimizando los encontronazos. ¡Cuánto caretaje! El y todos los demás, bah.
·        Eso pasa siempre, Hilda. Cuando alguien se muere pasa a ser mejor persona.
·        No me cabe en la cabeza, qué querés que te diga. Si fuiste un ser despreciable, ¿por qué dejás de serlo automáticamente cuando estirás la pata? Y conste que no lo digo por Fort, que fue una víctima más de la máquina de picar carne.
·        No todas son rosas, chicas. Parece que lo de Luli y Redrado no va más.
·        ¿En serio? Se va a desinflar de la depre la Salazar. Una pasa de uva.
·        También hubo un mini acercamiento entre Flor de la V y Flavio platinado.
·        Ahora faltan Moria y la hija por un lado, y Nazarena y la Palmiero, por otro.
·        Tal vez el espíritu navideño colabore, fogoneado por el Papa Pancho, que es un ídolo. Un verdadero revolucionario, con todas las letras.
·        Yo le mandaría a los custodios de Ricky, porque más de uno le debe querer serruchar el piso a Francisco. Está removiendo demasiado el avispero, ¿no?
·        Pero se las banca. No tiene pelos en la lengua. Se juega a todo o nada.
·        ¿No lo podremos clonar, para tener un par de ejemplares aquí? ¡Hacen falta!
·        El que no estuvo muy cordial esta semana fue Pepe, el charrúa vecino.
·        ¿Por? ¿Qué dijo? A mí me cae re-simpático Mujica.
·        Que tenemos un proyecto estilo 1960. Eso dijo, muy suelto de cuerpo.
·        Tampoco es para tanto. Será porque somos medio hippies.
·        No, porque atrasamos. Por eso. Porque nos encerramos cada día más.
·        Bueno. Ese es otro sin pelos en la lengua. La verdad no ofende.
·        ¿Quién te dijo? Vos me llegás a decir que estoy más gorda, más vieja o más arrugada, y vas a ver cómo me ofendo al toque. Soy capaz de regalarte “El libro azul de las profecías de Chávez”, de lectura obligatoria en Venezuela.
·        Maduro no puede con sus fallidos. Dicen que dijo: “los capitalistas especulan y roban como nosotros”. A confesión de parte, relevo de pruebas, ¿no?
·        ¿Se dan cuenta lo rápido que se nos pasó el año, chicas? ¡De no creer!
·        ¡Qué bajón! Ya hay que empezar a pensar en las benditas fiestas. Con quién lo pasamos, qué comemos, qué nos ponemos, qué regalos compramos …
·        Lo que es yo, cura de sueño del 30 de diciembre al 2 de enero. Y a otra cosa mariposa. ¡Chin, chin!