Lo escucho a Aníbal Fernández conjeturando sobre los saqueos y el vandalismo que ganaron las calles estos últimos días y me cuesta creer que quien habla así, como un mero comentarista de la realidad, sea el ministro de Seguridad de la Nación. Displicente, irónico, burlón, no haciéndose cargo de una situación –espontánea o planificada– peligrosa y desestabilizadora. Y Berni, jugando al superhéroe en su helicóptero, sin resolver nada con sus aparatosas puestas en escena. Y la vocera Gabriel Cerruti, que reemplazó la muletilla “¡Ah, pero Macri”! por “¡Ah, pero Milei!”, acusando al candidato libertario de gestar estos episodios. En síntesis, estamos totalmente acéfalos, a la deriva, sin rumbo ni alguien que ponga orden. Tras las PASO, todo se precipitó, todo desbarrancó. Quedan unos cuantos meses antes de que este gobierno culmine su gestión. ¿Seguirán reinando el caos, la anarquía, el sálvese quien pueda, la ley de la selva? ¿Cómo llegaremos a las elecciones generales de octubre? ¿Llegaremos?

Diario La Nación, Cartas, 24/8/2023