Aquí me pongo a cantar,
Al compás de la vigüela.
¿Consejos pa’meditar?
¡Bienvenidos a mi Escuela!
Es preciso que te rapes,
Que de naranja te vistas,
Que no leas más revistas.
Hacéte vegetariano,
En sexo, muy puritano,
No pises la Zona Roja.
Olvidáte del alcohol,
Nada de vino y cerveza,
No te expongas mucho al sol,
Pelada tenés la cabeza.
Con pachuli, embriagáte,
Humeáte bien con incienso.
Aunque él te diga: “¡Ni pienso!”
Acatá los mandamientos,
Dále pelota a Don Buda,
Ahuyentá los pensamientos,
No des cabida a la duda.
Poné cara de Nirvana,
Sentáte en postura de loto.
Discurseá sobre el “sadhana”,
Aunque no entiendas un soto.
Usá lenguaje erudito:
Zazén, Yin-Yang, Tao, Dharma.
¿Se te escapa un gasesito?
Echále la culpa al Karma.
Hacéte el Iluminado,
Disimulá tu locura,
Fingí ser un superado
Y no un simple caradura.
Hay que saber simular,
Lo importante es la fachada,
Da cátedra de meditar,
Aunque vos no sientas nada.
Jamás pierdas los estribos.
Nunca pierdas la chaveta.
Y no te muestres lascivo:
A no tirar la chancleta.
Avanti, hermano. No aflojes.
Vos metéle pa’delante.
Nunca, nunca te sonrojes,
Aunque te griten: “¡Farsante!”