· Vengo de votar, chiquis. Y creo que enganché un candidato.

· No se puede hablar de candidatos, Lili. Estamos en veda. Nada de política.

· No me entendiste, Grace. Me mandé una conquista haciendo la cola.

· Eso no suena bien, amiga.

· ¡Qué mente roñosa tenés! ¿No quieren que le cuente? ¿O les da demasiada envidia?

· ¡Dále! ¡Largá el rollo de una buena vez! Te morís por enrostrarlo.

· Al último de la fila le pregunté si ésa era la que me tocaba. Y así empezó todo.

· ¿Te fuiste arreglada!

· ¡Obvio! ¡Antes muerta que sencilla! Ya me conocen. El revoque de siempre.

· Y el chabón, ¿qué onda?

· Madurito, distinguido, canoso, bastante pelo, anteojitos de intelectual, elegante sport, buena pilcha.

· ¿Calzado?

· Mocasines tipo “Guido”. ¿Se acuerdan?

· ¿Cómo olvidarlos? Marca registrada.

· ¿Tenía anillo?

· ¡No! Lo primero que le miré. Uñas cuidadas, limpitas.

· ¿Divorciado? ¿Viudo? Si es soltero, yo que vos no le pongo ni una ficha.

· Viudo. Reciente.

· ¿Y sigue solo? Porque viste que los tipos no resisten la viudez así como así. Nadie que les cocine, les planche las camisas, les haga los mandados, les encuentre las llaves, los anteojos, el celu …

· No es su caso. Le encanta cocinar. Un gourmet.

· ¿En serio? ¡Ahí subió mil puntos!

· ¿Propietario o inquilino?

· ¡Tanto no le pregunté! Me dio cosita …

· ¿Y de qué hablaron?

· De bueyes perdidos. Del tiempo, de los precios, de los hijos, de los nietos …

· ¿Jubilado?

· Sí, pero por su aspecto, no creo que cobre la mínima, como yo.

· ¡Parece buen partido, Lili! ¿Quedaron en verse?

· Intercambiamos teléfonos. Se verá …

· ¡Prendéle velas a San Antonio, nena! Hagamos cadena de oración. Todas.

· ¿No es para tanto, che! ¿Tanta cara de desesperada tengo?

· Lo digo por nosotras, Lili. Sororidad ante todo. Tu candidato puede tener amigos apetecibles. Además cocina, que no es poco. Te podemos acompañar si te invita, y lo chequeamos. Por tu bien, amiga.

· Nos sacamos una selfie. ¿Quieren ver?

· ¡Porsu! ¡Ah! ¡Un churro bárbaro! Bien conservado. Tordillo, como me gusta a mí.

· Pensar que yo no tenía ni cinco de ganas de ir a votar. ¡Miren lo que me perdía!

· Hay que cumplir con el deber cívico. Y si ligás yapa, tanto mejor.

· ¿Quién ganará, che?

· Gran incertidumbre. Eso es lo bueno de vivir en este íspa.

· ¿Qué cosa?

· Que siempre nos sorprende. Supera nuestra capacidad de asombro el surrealismo argento.

· Un brindis por vos, Lili, y tu candidato. Vos ya ganaste. ¡Chin, chin!

Diario El Día de La Plata, 22/10/2023