· Chicas, ¿me podrían desasnar? ¿Cuál es el rol de la portavoz o vocera presidencial?

· O bolacera, como la llama Rolo Villar. ¿Por qué preguntás, Lili?

· Porque yo creía que era alguien que hablaba en nombre de otro, en este caso, de Alberto.

· Tal cual. Es eso.

· Pero la Cerruti no hace eso. Opina y comenta desde su propio punto de vista. ¿No la oyeron?

· Si fuera solo eso. Hay muchos “colegas” que no le caen nada bien, y se los hace notar. Un ninguneo y un destrato más que evidente.

· ¿No se la habrá comido el personaje?

· ¿Qué querés decir?

· ¿Viste que cuando algunos actores o actrices interpretan un papel demasiado fuerte, muy intenso, después se quedan pegados al personaje? Le pasó al protagonista de “El Pianista”, Adrien Brody; a Linda Blair, después de “El Exorcista”; a la de “Psicosos”, Janet Leig.

· Pero la “portavoza” no es actriz, que yo sepa.

· Cualquiera que se pare delante de un micrófono, frente a una audiencia, en una situación de poder, está interpretando un rol. Y ella se debe sentir importante, cuasi Presidenta.

· O sea, se agrandó Chacarita, como decía mi viejo.

· Algo así. El tema va a ser cuando vuelva al llano. Porque todos y todas, tarde o temprano, vuelven al llano.

· Aquí no. Hay unos cuantos todopoderosos que nunca volvieron al llano. Están ahí arriba, abulonados, agarrados con uñas y dientes. ¿Habrán hecho un pacto con elquetejedi?

· Para mí que la Vice habría querido ser actriz. Elige cuidadosamente su vestuario, su make up, maneja los tonitos, la puesta en escena…

· ¿Lo decís por el chabot belgraniano que se puso?

· Sí, y por el rosario que se colgó en su última aparición, al inaugurar un cine en su lugar en el mundo, El Calafate.

· Es que es amiga del Papa, por eso lo del rosario.

· Ahora, pero cuando Francisco era Bergoglio, ni bola le daba. ¿O ya se olvidaron?

· Bergoglio también cambió desde su ascenso. Ahora confiesa ser amigo de Castro. Dijo que tiene “una relación humana con Raúl”.

· ¿Relación humana? ¡Qué definición más rara, che!

· También dijo que si renuncia, a la Argentina no vuelve.

· No me quita el sueño. Por mí, que se quede en Roma.

· Me extraña, araña. Vos que eras tan chupacirios, tan beata, tan devota …

· Es que me decepcionó. Se metió de lleno en el barro de la política local. Recibió en el Vaticano a un montón de impresentables, con bombos y platillos. No medió en la guerra que desató Putin. Perdió puntos a rolete.

· Tendría que mediar en la guerra entre el Presi y la Vice, ¿no? Este culebrón pimpineliano no da para más. C’est fini. The End. Game over.

· “La Guerra de los Roses” es un cuento de hadas al lado de esta crónica de un divorcio anunciado. Se aborrecen.

· Ya sé lo que tienen que hacer. Ir al programa de Flor Peña que inaugura un nuevo segmento que se va a llamar “Hagamos las paces”.

· Pero eso debe ser para que la conductora se amigue con sus detractores, no para mediar entre otros dos que se detestan.

· Pero el Presi y la Vice a ella la quieren. En una de ésas … se ablandan.

· Los veo más para el programa de la Dra. Laura Bozzo y su leitmotiv: “¡Que pase el desgraciado!”. ¡Chin, chin

Diario El Día, 17 de julio, 2022