Después de escuchar al Viceministro de Economía Axel Kiciloff, minimizando el conflicto con LAN bajo la expresión “Todo por un hangarcito”, me parece que se impone una tendencia: hablarnos a los ciudadanos como si todos fuéramos alumnitos de jardín de infantes, Sala Rosa. A no asombrarse si empiezan a circular frases como: “El Modelito no se cambia”, “Las balitas de tinta no nos manchan”, “En las Pasito no nos fue tan mal”, “Berni y Scioli perseguirán ladroncitos y acabarán con el delito” (“delito” ya trae diminutivo ad-hoc), “Desinflaremos la inflacioncita”, “A Clarincito le pondremos sordinita”, “Cristinita y Amadito cuidan nuestra casita”, y así sucesivamente. Que Fito o Copanito le ponga musiquita y listo el pollito.