por Irene Bianchi 
“El Multipersonal”, de y por Ariel Tarico. Caracterizaciones: Lucas Rodríguez. Luces y Escenografía: Sabrina Fernández. Asistente de Escenario: Gustavo Chillo. Video: Artemia Producciones. Dirección General: Carlos Signetti. Teatro Municipal Coliseo Podestá. 
Ariel Tarico es, indudablemente, un dotado. Esa extraordinaria capacidad de imitar nos parece un don con el que se nace, para luego pulirlo, perfeccionarlo y optimizarlo a través de la observación y la técnica. Sus imitaciones son meticulosas, fidedignas, cuidadas hasta el más mínimo detalle.
Una cosa es desarrollar su oficio por radio, como lo hace Tarico todas las mañanas en el programa de Petinatto, y otra mucho más exigida es ponerle el cuerpo a los personajes, imprimirles movimiento, dotarlos de una manera particular de desplazarse, con su gestualidad, sus tics, ese sello o rasgo que los hace únicos, irrepetibles y reconocibles a los ojos y oídos del espectador.
Tarico confiesa haber heredado esta habilidad de su padre, quien cantaba a lo Gina María Hidalgo los domingos por la tarde, en el patio de la casa familiar. Luego, ya en la escuela, se metía en los cachetes de Quico, el amigo del “Chavo del 8”
El actor, solo con sus adorables criaturas, puebla el escenario como por arte de magia, metamorfoseándose en contados segundos en figuras del ambiente artístico y de la política. El desfile es interminable: Nito Artaza, Flor de la V, Zulma Lobato, Coki Ramirez, Ricardo Fort, Claudio María Domínguez (una perlita), Horacio Pagani, Tevez, Maradona, Riquelme, Messi, Chiche Gelblung, Santiago del Moro, el Bebe Contemponi, Charly García, Ernesto Tenembaum, Luis Majul, Nelson Castro, Marcelo Bonelli, Jorge Lanata, Mauricio Macri, Daniel Scioli, Hugo Moyano, Betty (la Chiqui de Barrio Norte), y Néstor Kirchner (otros hitos del show).
Más allá  de las muy logradas imitaciones, los textos del propio Tarico, y la dirección de Carlos Signetti, hacen que el espectáculo sea divertido y –al mismo tiempo- incisivo, picante y provocador. Por momentos los personajes monologan de cara al público.  En otros,  dialogan entre si, obligándolo a desdoblarse a la velocidad de la luz.
El recurso del video, con los sabrosos relatos de Guillermo Coppola, matiza y dinamiza la puesta, y le da tiempo a Tarico a transformarse en otro/a.
“El multipersonal”: todas las voces, todas. Y mucho más.