· ¡Ay, chicas! ¡Me quiero morir! ¡No saben lo que me pasó!
· Dejáme adivinar, Flora. Te volviste a caer en la vereda y se te desparramó la fruta.
· No. Peor. Un papelonazo de película.
· Vos ya deberías figurar en los Records Guinness. ¿Otro más?
· ¿Vieron que hace meses que estoy peleando con el inodoro?
· ¿Seguís seca de vientre, amiga? La compota de ciruelas ayuda.
· ¡No! Pierde el inodoro, y no doy con un plomero que lo solucione.
· Es más difícil conseguir un buen plomero que un físico nuclear. Especie en extinción.
· Bueno, el otro día una amiga me recomendó el suyo. “Va con un ayudante joven”, me dijo. Tocan el timbre, les abro y exclamo: “¡Por fin! ¡Adelante! Mi problemita está en el baño”, y los llevo como chicharra de un ala sin que me `puedan ni decir “Buen día”.
· ¿Y?
· Y los chabones me miran raro, como desconcertados. Hasta que el más formal me dice: “Señora, creo que está confundida. No soy plomero. Soy Diputado Provincial y estoy timbreando, recorriendo el barrio y charlando con los vecinos”.
· ¡No te puedo creer! ¿Quién era?
· ¡Ni idea! No le quise preguntar el nombre porque estaba muerta de vergüenza. Imagínense la escena: inodoro, bidet, papel higiénico, cofia para la ducha, una chabomba colgando de la canilla, lavandina, tachito, una escenografía muy poco adecuada para semejante encuentro.
· ¿Vos dejás pasar a cualquiera, nena! Tenés que preguntar antes. Ya sufriste varias entraderas y no aprendiste nada, por lo visto.
· Es que respondían a la descripción de mi amiga. ¿Cómo me iba a imaginar esto?
· ¿Ya arrancó la campaña 2023? ¿No falta un montón?
· Es que la gente está harta con lo que hay. Con lo poco que hay.
· Alberto no piensa lo mismo. Festejó los 1.000 días de su gobierno.
· ¿Festejó? ¡Me estás jodiendo! ¿Qué corrrrrno hay para festejar? Vas con una luca al chino y salí con dos boludeces.
· Pero mirá que Massita trae verdes del Fondo, eh
· En el fondo estamos hace rato. El fondo del tacho.
· Seré curiosa: ¿el yernastro de Moria habla inglés?
· Creo que tomó un curso acelerado con Cafierito unos días antes de ir a visitar al Tío Sam.
· ¡Ah, bueno! Me quedo más tranquila.
· Hablando de Roma, ¿qué me cuentan de la partida de la Reina de Inglaterra?
· Y bueno, ya estaba grande. Eso sí, yo que ella hubiera salteado a Charles para que su nieto William heredara el trono. No me cae bien Carlitos. Un Principito malcriado y caprichoso. Además, la corneó a Lady Di desde el vamos. Le hizo la vida imposible.
· Y dicen que es muy cabrón. Trata mal a todo el mundo. Camila tampoco tiene cara de buenos amigos.
· A Harry y a Meghan no los traga la realeza porque se cortaron solos.
· No sólo por eso. Meghan fue al programa de Oprah Winfrey y tiró varias bombas. La favorita de la realeza es Kate, la esposa de William, entre otras cosas porque es bien blanquita, y no morocha como ella. Bastante racistas los monarcas.
· ¿Vieron que les cortaron el chorro de guita? Pero Harry & wife ya tienen negocios con Netflix y Spotify, así que en la calle no se van a quedar.
· No tenemos nada que envidiarles. Anoche volvió nuestra Reina Madre a la tele, y hoy su Princesa Juana. Realeza aryentain.
· Bueno, a duras penas hemos logrado pasar el invierno, como decía el chancho Alsogaray. Brindemos por la primavera, chicas. ¡A florecer se ha dicho! ¡Chin, chin!
Diario El Día, 18/9/22