En medio de este tembladeral de esta implosión, de las intrigas palaciegas en el seno de quienes conducen los destinos de este país, ¿nos merecemos irnos a dormir sin saber qué nos espera a la mañana siguiente?
Nadie dio la cara, nadie salió a dar una explicación de esta crisis institucional sideral, nadie emitió un comunicado. Se lo vio al Presidente retirarse de la Casa Rosada en helicóptero (traumático deja vu).
La irresponsabilidad de la casta gobernante es inaudita, inaceptable. Es evidente que no pueden aceptar ni digerir la derrota en las PASO, son incapaces de reflexionar y aprender de sus errores. No diría cambiar de rumbo, porque rumbo nunca tuvo esta gestión improvisada.
La puja entre la vicepresidenta y el Presidente designado por ella, se parece cada día más a una lucha en el barro. Patética y vergonzosa.
Irene Bianchi / irenebeatrizbianchi@hotmail.com