Esa inadmisible invasión de Rusia a Ucrania. No podemos entender cómo en pleno siglo XXI, sabiendo por experiencia cuál es el enorme costo de un conflicto de esta naturaleza, no optemos por el diálogo en lugar de los misiles. Pero también nos duele la guerra en nuestro país, un país golpeado, con 50 % de pobres, con carencias de todo tipo, con una inflación que nos devora el salario, un narco que avanza imparable, cómo es posible que el día en que los legisladores deben tratar el tema del acuerdo con el FMI, la violencia y el vandalismo vuelve a copar la escena, con manifestantes rompiendo las ventanas del Congreso, tirando piedras y bombas improvisadas, destruyendo todo a su paso. Así no se puede. Ésta no es la manera de sacar el país adelante, ya lo sabemos, ya hemos pasado por esto a lo largo de nuestra historia. ¿No aprendemos? De ser así, no hay salida, no hay futuro. Irene Bianchi