Llamáme por mi nombre: Marta. No me gusta que me estigmatices.
¿Me estás jodiendo? Siempre te dije “negri”. Ni me acuerdo cómo te llamás.
¿Sabés lo que pasa? Después de leer cuidadosamente las recomendaciones de Victoria Donda para la cobertura del Mundial de Qatar, tomé conciencia que esa manera es despectiva.
¿Donda? ¿Justo Donda? ¿La que tenía una empleada doméstica en negro?
La misma.
¿Y cómo te llamo entonces? ¿Afrodescendiente? ¿Oscurita? ¿Morocha?
Nada que tenga que ver con el color de mi piel.
Pero vos sabés que siempre te lo dije en forma cariñosa, como la llamo “gordi” a Sofi, o “colo” a Vivi.
Bueno, es hora de que abandones esos apelativos discriminatorios. Usá los nombres.
¡No te puedo creer! ¡Son boludeces, negri, digo, Marta! ¡No te comas el verso!
Algo de razón tiene Marta, Katy. Qatar tiene otra cultura, otras costumbres, y hay que respetarlas.
¡Pero en muchas cosas atrasan un montón! Las minas no pueden usar pantalones o shorts por encima de la rodilla, ni jeans rotos, ni mucho escote, ni llevar los hombros descubiertos. A mí no me viste. No voy ni que me regalen pasaje y estadía.
¿Mirá vos! Creí que era la única a quien el Mundial le importa un pito.
Seguro que esa expresión tampoco se puede usar.
Seré curiosa, las minas de allá ¿no tienen “puntos negros”? ¿O cómo los llaman?
Tampoco se pueden decir cosas como: “Ese jugador es de madera”, “¿Cómo pusieron a ese gordo chancho?, ¡Mirá que burro el arquero! Nada referido a animales o al físico de las personas.
Te digo algo. A menos que les pongan subtitulado a los hinchas argentinos, los locales ni se van a dar cuenta de las barrabasadas que escuchen. ¡Pelito al cielo!
Chicas, yo me niego a que me anestesien con el Mundial o con “Gran Hermano”. No les hagamos el juego a lo que quieren distraernos para olvidarnos del quilombo en el que vivimos.
¿Vieron al anabólico expulsado de la Casa? ¡Parece un ropero el chabón!
Se debe haber inspirado en Ricardo Fort. Parece clonado.
Ninguno de los “jugadores” me despierta el más mínimo interés. Y al que deschavó al Presi, el Alfa ése, seguro que le advirtieron que se calle la boca de ahora en más. Ponéle la firma. O si se va de boca, editan lo que se muestre y listo el pollo.
Sin embargo, el rating de esa bazofia revienta. Y hay cientos de otros programas satélites parasitarios que viven de GH. Llegó para quedarse.
Para muestra basta un botón. Hace añares que nivelamos para abajo. Pasamos de Cerati a L-Gante en menos de lo que canta un gallo.
Perdón que cambie de tema, pero les traje un regalito a cada una.
¿A ver? ¿Escobas?!
Y sí. Medios de transporte para mañana, Halloween.
¡Qué graciosa! ¿Gasoleras? ¿Eléctricas?
No. Éstas no levantan vuelo. Si nosotras nos caemos y nos quebramos, ya no soldamos, vieji.
¡Lo hiciste otra vez! ¡Viejos son los trapos! ¡Ni negri ni vieji! ¡Marta me llamo! ¡Chin, chin!