Me resulta curiosa esta afición de la Presidenta por tuitear todo el tiempo. Y más curioso aún ese diálogo que mantiene consigo misma, comentándose, preguntándose, respondiéndose, como si hablara con su “alter ego”. Sobre todo, teniendo en cuenta que no es para nada afecta a ofrecer conferencias de prensa, en las que los periodistas puedan preguntar libremente, sin ser censurados, “retados” o burlados. Tal vez esté convencida de que esta actitud informal y adolescente, la acerque a la gente. Como bailar al compás del Himno Nacional, o escribirle al Papa aconsejándole que tome mate. Quizás piense que es “very grossa” haciéndolo. Quién sabe. Enigmática actitud.