por Irene Bianchi 
“El soplador de estrellas”, de Ricardo Talento, con Carolina Painceira y Marcelo Allegro. Vestuario y escenografía: Ana Lía Bértola. Imágenes: Liliana Cáceres y Ana Lía Bértola. Dirección: Diego Aroza. Sala “B” del Pasaje Dardo Rocha, calle 50 entre 6 y 7, 2º Piso. Sábados 16.30 hs.
 
“Maestro Bornolio” (Allegro) es un cazador de estrellas. Desde su improvisado observatorio, en la terraza de un edificio, y a través de sus estrafalarios instrumentos, este científico bastante extravagante y algo gruñón, dedica sus noches a pedirle al firmamento deseos para la humanidad toda. Lo malo es que, a pesar de su afán altruista, por deseo que pide, sopla y apaga una estrella con absoluta precisión y excelente puntería.
Como su mirada está siempre puesta en las alturas, Bornolio necesita una ayudante que mire hacia abajo e impida que él caiga al vacío, cuidando así su integridad física. Volantea la ciudad y aparece “Cibelina” (Painceira), una muchachita con los pies en la tierra, solícita y alegre, muy dispuesta a trabajar.
Cuando Cibelina se percata que su jefe está dejando el cielo a oscuras, toma cartas en el asunto y trata de impedirlo a toda costa, aunque eso implique quedar de patitas en la calle.
Entretanto, algo nace entre ambos, un sentimiento compartido, un deseo más cercano y accesible que, lejos de apagarlos, enciende sus corazones.
“El soplador de estrellas” es una obra de Ricardo Talento, director del grupo “Los Calandracas” y codirector del Grupo Catalinas Sur (junto a Adhemar Bianchi). Tanto Marcelo Allegro como Carolina Painceira componen personajes tiernos y graciosos. La escenografía y las imágenes proyectadas, ambientan con eficacia esta azotea-mirador-vivienda. Los momentos en los que Diego Aroza, responsable de la dirección y puesta en escena, subraya la gestualidad, la intencionalidad y las acciones físicas por sobre el lenguaje hablado, concitan la atención y diversión de los chicos.
  “El soplador de estrellas”: a veces es mejor desear, volando bajito.