Esta comedia policial de Marisé Monteiro, dirigida por Nacho Medina, es una propuesta atrapante y original, que invita al público que se acerca al bellísimo “Palacio Libertad” (Sarmiento 151, CABA), a interactuar con los protagonistas, como si formaran parte del elenco. Monteiro propone un viaje en el tiempo, la década del 30, cuando allí funcionaba el Correo Central. En el Hall central, nos da la bienvenida un joven policía recién recibido, con muy poca experiencia, que nos cuenta la historia de ese emblemático edificio y aporta algunos datos sobre la política y la sociedad del momento. El disparador de la trama es la imperiosa necesidad de hallar una carta sin remitente, cuyo contenido es absolutamente secreto y  confidencial; resulta imprescindible encontrarla cuanto antes; casi un asunto de Estado. Así es como nuestro anfitrión nos conduce a la Oficina de Cartas Perdidas, una especie de Triángulo de las Bermudas epistolar, donde se acumulan cartas que nunca llegarán a destino. Allí nace un inesperado romance entre el novato con ínfulas de galán y la pizpireta y eficiente empleada. Los espectadores también son portadores de misivas (algunas de amor), que deberán devolver a su debido tiempo.

Lo cierto es que la integridad física de todos los personajes que están abocados a la búsqueda- la mandona Jefa del Correo, un arqueólogo extranjero, un detective privado que se cree Sherlock Holmes y un chorro de poca monta- corre inminente riesgo. Hay una suerte de misteriosa maldición alrededor del preciado objeto que no deja títere con cabeza.  Es más, el público mismo pasa a ser sospechoso de las súbitas e inexplicables muertes que se suceden una tras otra. El asesino puede estar en la mismísima platea, lo cual resulta divertido, y los espectadores se prestan cómplices al juego.

La locación elegida para “El misterio de la carta escondida” es perfecta. Así como en los teatros antiguos se cree que pululan espíritus de gente que trabajó allí, en el ex Palacio de Correos también se perciben esas sutiles energías que deambulan por pasillos y salones. Todo tiene reminiscencias a las novelas de Agatha Christie, aunque el culpable esta vez no sea el mayordomo.

El elenco de esta comedia está integrado por Matías Corradino, Sabrina Samiter, Fernando Margenet, María Celeste Campos, Pedro Tovo Peyre y Marcelo Albamonte. Todos muy graciosos, frescos y espontáneos. Muy cuidado el vestuario de época, los accesorios, los peinados, la utilería de mano, que nos retrotraen a principios del siglo XX. Ajustada y creativa la dirección y puesta en escena de Nacho Medina, con la asistencia de Augusto Moreno. No hay cuarta pared en esta propuesta interactiva en la que actores y espectadores van construyendo la trama juntos, a la par.

Esta imperdible comedia policial de Marisé Monteiro, cuya coordinación general es de Carolina Uriarte,  se puede disfrutar los miércoles a las 19 hs, con entrada libre y gratuita. Las entradas se retiran dos horas antes de la función.  

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