¿Por qué me gustó “El Amor Menos Pensado”? Porque  la comedia romántica de Juan Vera toca un tema “serio”, sin dramatizar.  ¿Y cuál es ese tema?  Cómo se reencuentran los miembros de una pareja una vez criados los hijos. Durante al menos 20 años, las parejas que decidieron tener hijos, invierten casi todo su tiempo y energía en ellos; son el motor que los mueve, el principal proyecto en común. Cuando esos hijos levantan vuelo y se independizan,  puede ocurrir que él y ella (en este caso) se sientan dos desconocidos. Hay que resignificar ese vínculo, reconstruirlo tal vez, reconfigurarlo, resetear la pareja.  Ahora él y ella (o él y él/ ella y ella) están como cuando recién se conocieron, pero ha corrido mucha agua bajo el puente, puente erosionado por la rutina, las obligaciones, las preocupaciones. Es momento de volver a elegirse, o no. También se puede seguir por inercia, por resignación, por miedo al cambio. A veces la zona de confort no nos hace felices, pero es segura, conocida. Un salto al vacío genera vértigo, y más aún cuando ya no somos tan jóvenes.  “No hay nada más pornográfico que la felicidad”, dice el personaje de Darín. Y es así. Nada nos genera tanta envidia como la felicidad ajena, aunque nos cueste reconocerlo públicamente.

Además de las impecables interpretaciones de los protagonistas, Mercedes Morán y Ricardo Darín, hay que subrayar la excelencia de todos los otros actores y actrices en papeles secundarios: Claudia Fontán, Luis Rubio, Claudia Lapacó, Chico Novarro, Gabriel Corrado, Andrea Politti, Norman Briski, Juan Minujín, Andrea Pietra, Jean Pierre Noher.

El film tiene por momentos la factura de una obra de teatro (muchos interiores y pocas locaciones). Me animaría a decir que bien podría montarse en un escenario en un futuro no muy lejano, como se hizo con “Perfectos Desconocidos”..

“El amor menos pensado” es una de esas películas que conllevan una charla posterior con la pareja, con la ex pareja, con las amigas/amigos, con el terapeuta, con quien sea. No sólo entretiene y divierte, sino que dispara temas existenciales acerca del sentido de la vida y de la convivencia.

Arrancó reventando la taquilla, y es muy probable que se mantenga así durante las próximas semanas. Más que merecido.