La indignación frente a las tragedias de la pobrezaLeo este titular: “Un nene de 8 años murió atropellado por un camión recolector de la municipalidad de Paraná, en Entre Ríos”, cuando buscaba algo de comer en el Volcadero, un basural donde se descartan sobras de un reconocido local de comidas rápidas.¿Tan adormecidos estamos como para naturalizar tragedias como ésta? ¿Ya no nos estremecemos, no nos alarmamos de que haya un 50% de niños y niñas pobres en Argentina? ¿Acaso nos hemos resignado a este patético estado de cosas?No sólo los jóvenes emigran en masa en busca de un futuro, sino que millones de niños padecen de inanición. Si no mueren antes de llegar a la adolescencia, sufrirán las consecuencias de esta desnutrición crónica, que se manifestarán en anemia, retraso mental y tantas otras enfermedades graves. ¿Y seguimos cruzados de brazos, como si nada pasara?Víctor “Chicha” Sebastián Barreto es hoy noticia porque lo atropelló un camión, pero que el árbol no nos tape el bosque. Este nene representa a muchos otros que suelen esperar todos los días a ese mismo camión, con su carga de papas fritas y restos de hamburguesas. Siento una profunda vergüenza y tristeza.

Diario Clarín, 16 nov. 2022