QUERIDO DIARIO III
por Irene Bianchi Aquí estoy otra vez, Diario, abriéndote mi corazón. Me encanta tenerte de fiel confidente. Contarte lo que me pasa me ayuda a ordenar la cabeza, a acomodar la estantería, a plumerearme las ideas y sacarle lustre a mis deseos. Hablando de deseos, pienso en la lámpara Seguir leyendo