• Bueno, chicas. ¡Hora de desear! 
  • ¿Desear? ¿Desear qué? 
  • ¿Cómo qué? Lo que se te cante para el año nuevo.  
  • A mí me cuesta desear, qué querés que te diga. 
  • Es un tema generacional, Vilma. A nosotras nos impusieron el deber, la responsabilidad, las obligaciones, la culpa, los malditos mandatos. Por eso nos cuesta vincularnos con el deseo. 
  • ¡Claro! Suena pecaminoso.  
  • ¡Otro cuento chino que nos impuso la Iglesia, que ciertamente no está libre de culpa. 
  • ¿Y vos decís que hoy es un buen día para desear? 
  • ¡Obvio! ¡Todo un año por delante! Un cuaderno con 365 hojas en blanco. 
  • ¡Qué nervios! ¡Me da vértigo! Bueno, ahí va el primero. Deseo un novio. 
  • ¿En serio? Vos no escarmentás, amiga. Cama afuera, supongo, ¿no? 
  • ¡Obvio! Propietario, eso sí. Viudo o divorciado con papeles. Soltero no, porque sería sospechoso a esta altura. 
  • ¿Franja etaria? 
  • Sesentón en buen estado de conservación. Si es posible, con pelo y dentadura original. 
  • ¿Algún otro requisito? 
  • Que sepa cocinar rico. ¡Ah! Y que no ronque. 
  • ¡Cómo! ¿No dijiste “cama afuera”? 
  • Sí, pero con pernoctes ocasionales. Un “touch & go” de cuando en vez. 
  • Más que un deseo, eso suena a milagro, Vilma. ¿Y ustedes, chicas? 
  • Yo ganarme el Quini o el Loto y viajar por el mundo en primera clase, sin equipaje. Ir comprando pilchas en escalas.  
  • Para eso tenés que acordarte de jugar, Elsita. Condición “sine quanon”. 
  • Me toca a mí. Yo deseo saltar a la fama. 
  • Apenas podés subir la escalera a tu dormitorio, Pichi, ¿y pretendés saltar? Mirá que a esta altura ya no soldamos, amigacha. Además, ¿a la fama en carácter de qué? 
  • No sé. Como tiktokera “vintage”, como cocinera amateur, como veterana participante de Gran Hermano, como mediática quilombera, lukyvenga. 
  • La fama es puro cuento, Pichi. No vale la pena.  
  • Ahora que decís “mediática”, ¿se enteraron cómo hace guita el fan de Wanda? 
  • ¿Quién???!!! 
  • Mariano De La Canal, ¿no se acuerdan? 
  • Sí, claro. ¡Cómo olvidarlo! Lo que pasa que se estiró tanto la jeta que está irreconocible. 
  • Bueno. Escuchen esto: lo contratan en velorios para llorar al lado del cajón del tomuer. 
  • ¡Me estás jodiendo! 
  • Te juro que no. Porque el chabón llora a los gritos, con lágrimas y todo. Muy verosímil. 
  • Al mío no lo inviten, porfi. Y menos por plata. 
  •  Hablando de la Parca, yo deseo que no me agarre el fucking covid. Ya me di la quinta y estoy agujereada como un colador. 
  • A mí me gustaría pololear con un cirujano plástico para que me haga de nuevo. 
  • ¿Una especie de David Copperfield, Martita? 
  • ¡Qué graciosa! 
  • Lamento informarles a todas que los deseos, para que se cumplan, deben ser secretos. Así que gastaron saliva al cuete, amigas. 
  • Bueno, entonces, que sea lo que Dios (si es que existe) quiera. ¡Chin, chin! 
  • Diario El Día de La Plata, 31 dic 2022