¿Les dije o no les dije? Perdió como en la guerra.
¿Quién, Nelly? Ponénos en tema, please. No arranques en frío, como siempre.
Trompita, quién va a ser. El yosapa anaranjado.
Como en la guerra, no. Cabeza a cabeza, mas bien. Todavía están contando los votos.
¡Claro! Porque al Pato Donald le agarró tremendo berrinche. No se banca ser un “loser”.
Y para colmo de males, la jermu le cuelga la galleta.
¡Qué expresión más moderna, Ketty!
¿Le pidió el divorcio la Melania? Se va a quedar con una buena tajada. Seguro que la Rosenfeld ya le ofreció sus servicios.
Pobre Melania. Más que merecido. Premio al aguante, chicas. ¿Se imaginan lo que debe haber sido convivir con ese tipo? Fanfarrón insoportable. Ojalá se le caiga el jopo.
¿La vieron a su asesora espiritual, la multimillonaria televangelista, pidiéndole a los ángeles de Africa la victoria para su cliente? Paula White se llama la mina.
White, obvio. Nunca contrataría a ninguna Black, el racista Trompita.
Él pensó que seguía protagonizando un “reality show”, y que era dueño del canal.
Hablando de la tele, ¿vieron que últimamente abundan los conductores sádicos, que gozan con el sufrimiento ajeno?
Tinelli no está al aire, que yo sepa.
No está pero hizo escuela. Me refiero a gente como Pampita, que te entrevista con cara de angelita, mete el dedo en la llaga, y lo revuelve hasta producir una hemorragia y un mar de lágrimas y cataratas de mocos.
¿Y quién más?
Andy en su “PH”. Pasa de “¿Cuál es el lugar más raro donde tuviste sexo? a “¿Se murió tu papá/mamá en plena pandemia, no? ¿Qué sentiste?”
Para mí que se lo advierte a los participantes fuera del aire.
No creo. Son todos golpes bajos para medir mejor. Cuanto más llore el invitado, más rating.
¿Vieron que pasamos del DISPO al ASPO?
Al revés, Rita. Del ASPO al DISPO.
¿No son el mismo perro con distinto collar?
Maso. Antes estábamos aisladas. Ahora, distanciadas.
ASPO me suena a “paspada”. Y DISPO a “dispuesta” a enganchar algo.
Tenés más hambre que radical del ’30, Nelly. Disimulá un poco.
Yo estoy en la fase POLA: más pobre que una laucha.
Y yo en la GORGADA: más gorda que gata castrada.
Ya se viene la vacuna, chicas. Preparen las nalgas.
¿Te la van a dar en la cola? ¿Cómo sabés?
No sé, ni idea. Pero la vi a Flor Peña en la tapa de una revista, casi en bolainas, con el traste en primer plano, diciendo: “Yo me vacuno. Me re contra vacuno. Me súper mega vacuno. Es más, me doy la rusa, la occidental, la oriental, la de Biden, la de Trump. Siempre fui muy vacunable”.
Ah, pero creo que se refiere a otra cosa. Tirando al memorable hit: “Marta, sos la número uno. Marta, cuando pueda te vacuno.” ¿Cazás la onda, Mechi?
Ah, qué picarona, mirá vos. Sputnik se llama la rusa, ¿no?
Sí, como la nave que pusieron en órbita en 1957, con la pobre perrita Laika de pasajera.
Yo no había nacido.
¡A otro perro con ese hueso, amiga! Acá todas le pisamos los talones al septuagenario Biden.
Chicas, creo que llegó la hora de dejar de zoomearnos. Podemos vernos las caras embarbijadas y empantalladas, al aire libre, cada cual con su termo y su mate, sin besarnos ni toquetearnos
Pasemos a la fase MINOTO: miráme y no me toques. ¡Chin, chin!