por Irene Bianchi
  • ¡Che! ¡Qué papelonazo se mandó el Mr Big de Luli Pop! ¡Qué no se diga!
  • Más que Big, resultó ser un Extra Small. Poco barrio, el nerd. Cero rocío.
  • ¿Lo habrán criado en un tubo de ensayo al economista?
  • El dijo que ella es demasiado ansiosa y acelerada: va en quinta y él en segunda.
  • Haberlo pensado antes. ¿Por qué no se buscó un fitito  en vez de una Ferrari?
  • ¿Desde cuándo la defendés a la muñeca inflable, Tina? ¿No te caía mal?
  • Defiendo al género, que es distinto. No podés calentar la pava y no tomar mate.
  • El que juega con fuego, se hace pis en la cama, decía mi abuela.
  • Y este muchacho se quemó, en más de un sentido, ¿no?
  • Estos tipos no aprenden. Se enamoran de minas cuyo único mérito es exhibir sus siliconadas desnudeces y después pretenden convertirlas en monjas de clausura.
  • Cierto. Luli desfiló vestida y recatada en el Carnaval de Gualeguaychú.
  • Parece que la corre el reloj biológico y tiene apuro por ser madre.
  • ¡Qué verano de cabotaje! Todos los medios hablan de esto como si fuera un asunto de Estado. Hasta los noticieros, que se han farandulizado últimamente.
  • Antes había peleas de pesos pesados: Moria, Carmen, Susana. Ahora, los contrincantes son ignotos: Vagoneta, Torry, el Mago Black. ¿Quién los juna?
  • No lo justifico a Enredado, pero hay papelones internacionales que superan el suyo. El ministro alemán de Defensa tuvo que renunciar porque saltó que plagió a lo loco en su tesis doctoral. Y un hijo de Kadafi se mandó el mismo moco.
  • Ojo con el líder libio. “Quien no me quiere, no merece vivir”, sentenció.
  • Chávez se salva entonces, porque lo apoya públicamente a Muammar.
  • Aunque se vaya, está hecho. Tiene apenas 32 mil millones de verdes guardados.
  • Che, hablando de verdes, ¿ya se anotaron en la Muni para hospedar turistas?
  • ¿Estás loca, Esther? ¿Cómo vas a meter gente extraña en tu casa?
  • Mis hijos también meten gente extraña, y no les cobro. Es un rebusque, Negra.
  • Pensándolo así… Además, el público de “U2” no debe ser muy ricotero, ¿no?
  • Yo ya amuché a los chicos en una pieza e improvisé  un cuarto de huéspedes.
  • Sos pícara, eh! Mirá si te enganchás un candidato; un hacendado, ponéle.
  • ¡Dios te oiga! Porque, de movida, los que garpan esas entradas, son pudientes.
  • Seré curiosa, Esther, ¿tu alojamiento incluye media pensión?
  • ¡Ni loca! Unos mates y gracias. Amargos. Y el baño, a compartir.
  • ¡Qué garrón! ¿Y si el chabón hace número 2? ¿O se mama y lanza?
  • Yo por unos pesitos, hago de tripas corazón, me calzo los Pirelli y limpio.
  • Ah, bueno. ¡La necesidad tiene cara de Esther!
  • Hay que ingeniárselas, chicas. Usar lo que se tiene a mano. Sacarle el jugo.
  • ¿Mirá si tus huéspedes se agarran a las piñas, como las larvas de GH?
  • ¿Te la creíste, giluna? Esa pelea estuvo guionada. Como el rating del bodrio-reality está cayendo en picada, seguro que les dijeron: “Hermanitos, simulen una riña sin llegar a las manos, para que no tengamos que expulsarlos”.
  • Los panelistas del Debate dicen que los chicos se pelean por falta de sexo.
  • Si es por eso, nosotras tendríamos que agarrarnos de las mechas a diario.
  • ¿Saben cuál es la única víctima de ese programa perverso? Kimba, la perrita.
  • Tenés razón, Pupi. La pobre no eligió estar ahí. APA debería denunciarlos.
  • Brindo por los cuadrúpedos, que dejan a los bípedos mal parados. ¡Chin, chin!