• ¡Eramos pocos, y parió la abuela! ¿Se enteraron?
  • ¿Tu nonna no crepó hace rato, Sonia?
  • Es una manera de decir, tontuela. ¿No sabés quién se sumaría al Bailando?
  • Ni idea. Te dije que no miro ese programa. Pero ya que estás, contáme.
  • ¡Agarráte Catalina! La ex del Coqui Sanatero. Sandra Mendoza.
  • ¿Sandra Mendoza? ¿La diputada chaqueña? ¿Es algo del platinado Flavio?
  • No creo. Pero ¿te acordás lo que le hizo al dorima?
  • Sí. Se enfureció con él porque le pidió la renuncia.  Se subió a una camioneta de la gobernación, y jugó a los autitos chocadores. Reventó 6 autos estacionados.
  • Y bueno. Imagináte cuando Nacha, la Bruja Cachavacha, y el resto del “Honorable Jurado”, la bochen.
  • Arremete contra el estrado. Le arranca la peluca a Moria, el moñito a Polino…
  • Es un peligro esa mina. Mono con navaja. Y lo cómico es que se auto-postuló.
  • ¡Ah, claro! Por eso lo escuché al Jefe de Gabinete decir: “Del ridículo no se vuelve”. Creí que estaba hablando de si mismo.
  • Igual, este íspa da pa’todo. Con decirte que Rocío Oliva, una de las ex del ex crack, dice que tiene propuestas para hacer teatro. ¡Tiembla la Aleandro!
  • ¿Y Belén Francese? La nueva Simone de Beauvoir. Presentó sus “Reflexiones Belunísticas” en la Feria del Libro. Al ladito de Paul Auster. ¡Cambalache!
  • Todo tiene que ver con todo. ¿O acaso no se enteraron quién es la flamante Ministra de Cultura? Teresa Parodi, la cantante.
  • Desconozco sus credenciales para semejante cargo.
  • ¿Qué tiene de malo? ¿Acaso Gilberto Gil no fue Ministro de Cultura de Lula? Y él también es cantante, como la Parodi.
  • Yo hubiera elegido a alguien más divertido, de la movida tropical. No sé, la Tota Santillán, Karina, la Princesita
  • Ojo que Karina cambió de género. ¿No la escuchaste cantando en inglés?
  • ¿Cantando en inglés? Asesinando “Hey Jude”, dirás. ¡Pobre Paul!
  • No mucho peor que Violetta, que masacró “Imagine” para sus miles de fans.
  • ¿Lo vieron al Pro Macri relojeándola? Le agarró el viejazo al falso Freddy.
  • Babosos hay en todas partes. Percy Fernández, el Alcalde de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, le tocó el muslo a una periodista que lo estaba entrevistando.
  • Ahora que decís, leí algo increíble. Una americana de 22 años puso en venta su virginidad. Al toque, tuvo más de 10.000 ofertas. Hasta ahora, el que ofreció más fue un empresario australiano.
  • ¡Qué buen guille! Y nosotras, ¿qué podríamos subastar?
  • Yo, un dedo martillo, un par de juanetes, una hernia de disco, varias verrugas…
  • Vos, Sonia, lo único que tenés virgen es el cerebro. Cero kilómetro.
  • ¿Y si es cuento? ¿Si la minita se recauchutó, como la Pradón en su momento?
  • Yo no entiendo por qué la virginidad se cotiza tan alto en el mercado.
  • Y, porque es una “rara avis”. Ya ninguna mujer guarda su tesorito con esmero hasta la noche de bodas. Todas picotean y prueban antes.
  • ¡Y lo bien que hacen! Eso de comprar a ciegas era mal negocio. Te clavabas.
  • Chicas, espero que el mozo nos disculpe, pero hoy la propina tiene un destino patriótico. Se la mandamos a Ricardo Jaime, que dice que no le alcanza la guita para viajar desde Córdoba,  y venir al juicio por la tragedia de Once.
  • ¡Cara de mármol tiene ese canalla! ¡Ni un centavo! Que haga dedo. Chin, chin!