• ¿Qué hacés con esa remera, Pichi? ¿Desde cuándo le hacés campaña a Macri?
  • Soy su fan a partir de su frase: “Que te digan que lindo culo que tenés, está todo bien”. Lo amo incondicionalmente. Hasta les diría que canta mejor que el mismísimo Freddy Mercury, y tiene una dicción perfecta.
  • Pero no se refería a tu trasero, Pichi. Estaba hablando en general. Además, es una grosería, ¿o no?
  • ¡Que va a ser una grosería! ¡Yo pago para que me lo digan! ¡En dólares!
  • ¡Que regalada que estás, amiga! ¡Más hambruna que radical del ’30!
  • ¡Ojo al piojo con los radicales, que se están juntando! Van a dar un batacazo.
  • ¿Vos decís? No sé. Tienen que remontar tantos fracasos. De La Rúa, el aburrido; la fallida Alianza; Chacho fugitivo. Karma pesadito arrastran.
  • Puede ser, pero están dando un flor de ejemplo los variopintos de UNEN, en un país signado por el pensamiento único y el papá/mamá líder carismático.
  • El que les pegó con un palo fue el comentarista Coqui. Una mano de bleque.
  • Y, lógico. Los ponen nerviositos. Ladran, Sancho … Se les viene la noche.
  • ¿Y no habrá problemas de cartel? Porque es un elenco con muchas figuras.
  • Y, a la hora de ver quién encabeza, seguro que se van a agarrar de las mechas.
  • Les hago una apuesta. Me juego que el Cuervo Tinelli ya armó su UNEN con los imitadores. No se la va a perder.
  • ¡Uy, cierto que mañana arranca! Les propongo que hagamos un juramento solemne, sobre este menú. “¡No miraremos el Bailando 2014!”
  • ¡Ay! No sé. No me comprometo. La tentación es más fuerte. Me encanta ese circo romano. Ver cómo todos se destrozan, se insultan, lloran, se desmayan, se van del estudio, discriminan a las rellenitas y a los pataduras. Es más fuerte que yo. No te prometo nada, Chela. Perdonáme. No puedo prescindir de esa dosis diaria de sadomasoquismo.
  • Yo sólo lo soportaría si me fumara un porro continuado, como Dolores Fonzi. Pero ya no estoy en edad de andar probando cosas raras.
  • Pero es que si no lo ves, después no tenés de qué hablar al día siguiente.
  • ¿Ves? ¡Eso es lo que quieren! ¡Distraerte de los temas importantes!
  • Es que estoy harta de amargarme con las malas noticias: robos, asesinatos, secuestros virtuales, secuestros express, la guita que no alcanza, las cadenas …
  • ¿Y preferís los quilombos del Bailando?
  • Sí, porque son de mentiritas. Los amores y odios de la farándula son de utilería.
  • ¿Y los de los políticos no? Hay mucho matrimonio por conveniencia. “Marriage a la force”, como dicen los franchutes.
  • Hablando de Roma, ¿vieron que apareció otro “abogado exitoso”?
  • ¿Otro más? ¡Que plaga! ¿Quién?
  • Hannibal Bigote Fernández, a quien la sensación de inseguridad le afanó el BM
  • ¿Y no gritó, a lo Roberto Giordano: “No me afanen, soy senador”!?
  • No sé si los chorros le dieron tiempo. Casi mejor, porque si se enteraban que es político, lo paseaban por todos los cajeros de capital y conurbano.
  • Mi abuela tenía un dicho: “Además de serlo, hay que parecerlo”. A la mayoría de los funcionarios K les encanta ostentar: autos de alta gama, pisos en Puerto Madero, vacaciones en el Caribe, anillos caros, fiestas suntuosas …
  • Dejálos. Son un imán para los cacos. Así se redistribuye la riqueza.
  • Tenés razón. Aguanten los chorros Robin Hood. ¡Chin, chin!