• Chicas, ¿a ustedes les va el poliamor?
  • ¿Qué es eso? ¿Enamorarse de un policía? ¿Jugar al poliladron?
  • No te haga la zonza. ¿No escuchaste los audios del novio de Flor Peña, ese salteño repaquete con doble apellido que juega a varias puntas?
  • Sí, pero ella dice que era consensuado. Que tienen una relación abierta desde el vamos. Que ella estaba al tanto y que también se tomaba sus permitidos.
  • Cuento chino. Es una pose, un esnobismo. Te apuesto que la Pechocha lo esperó con el palo de amasar al picaflor norteño. Se hacen los superados “pour la gallerie”.
  • No seas cerrada. Nosotras somos de la generación de “hasta que la muerte los separe”. El matrimonio para toda la vida ya fue. Es una institución perimida, un mandato del tiempo de Ñaupa.
  • Zulma tiene razón. La monogamia no existe, no seamos hipócritas.
  • Tampoco generalicen. Hay gente que todavía cree en eso. No los descalifiquen.
  • Tengo una duda. ¿El poliamor es amar realmente a varias personas, o amar a una sola y picotear con otros?
  • Es que no siempre el amor y el sexo van de la mano. Hay sexo con amor, amor sin sexo y sexo sin amor. Muchas variantes.
  • Entonces habría que revisar la expresión “hacer el amor”.
  • Y también cuestionar el concepto de posesión. Nadie es dueño de su pareja, a pesar de que uno dice MI marido, MI mujer. Cosificamos al otro y nos lo apropiamos.   
  • Me perdí.
  • Por lo poco que sé, en el poliamor hay varias consignas previas, una especie de contrato que los miembros de la pareja se comprometen a respetar. Por ejemplo,  contarse todo, no contarse nada, evitar que otros se enteren, etcétera.
  • ¿Parecido a los swingers?
  • No, porque los swingers lo hacen a la vista del otro, comparten los momentos.
  • Y dicen que ver a su pareja haciendo el amor con otro los erotiza y mejora su propia vida sexual.
  • Chicas, ¿cuántas de nosotras hemos dicho más de una vez: “mientras yo no me entere”? Aceptando mansamente los cuernos y mirando para otro lado. Somos todos grandes  simuladores.
  • Nuestras abuelas y madres se bancaban estoicamente los cuernos, porque la mayoría de ellas eran amas de casa y dependían económicamente de sus maridos, sus “patrones”, sus “dueños”. Hoy por suerte las minas somos más independientes, laburamos a la par y dejamos de ser rehenes. Por eso no nos quedamos en una pareja que no nos hace bien. Somos más libres. Porque no hay nada que hacerle: la dependencia económica te vuelve esclava.
  • ¿Y ustedes creen que Flor y Ramiro se van a casar a pesar de todo?
  • Tal vez, aunque me parece que la relación a distancia que tienen les resulta más cómoda para los recreos que se toman. No la veo a ella mudándose a Salta.
  • La Macedo largó todo para casarse con Urtubey. Tiene ínfulas de Primera Dama.
  • No me hagas acordar que ya estamos a un año de las elecciones, y nosotras, con el pescado sin vender. El cuarto oscuro va a estar más oscuro que nunca.
  • Habrá que ver cuántos posibles candidatos quedan en libertad para esa fecha.
  • Antes que me olvide, chicas. ¡Feliz Primavera! Les tarje una flor a cada una.
  • A ver. ¡Ay, Nelly! ¿Es una alusión personal? ¡Son culos de vieja!
  • ¡No! Caléndulas se llaman. No me dio para rosas ni orquídeas. Sorry.
  • A brindar por estas primorosas Flores de la Costa, amigas. ¡Chin, chin!