Chicas, si alguna vez fantasearon con hacer un crucerito, sáquenselo de la cabeza. Después de lo del “Titanic Concordia”, ni loca me subo a un barco.
Es de no creer. No sólo por los muertos y desaparecidos. Ahora se viene un desastre ecológico si no logran vaciar los tanques con 2.400 toneladas de combustible.
Ese capitán es un cabeza hueca. El primero en abandonar el barco al grito de “¡Sálvese quien pueda!”. Inepto y cobarde. ¡Un cocktail letal!
El tano no es el único responsable. Los radares habían detectado que el barco se había acercado peligrosamente a la costa muchas veces durante la travesía.
Pero no hicieron nada. Igual que los “visualizadores” del Gran Hermano brasileño, que no evitaron que un participante abusara de una chica dormida.
Lógico. Porque midió más de 50 puntos de rating. Para ellos, un golazo de Pelé.
Esos “hermanitos” son ratitas de laboratorio. Cobayos. Los maman, les bajan los frenos inhibitorios, andan todos en pelotas. Final cantado, chicas.
¿No podré entrar yo a esa casa, aunque sea como la señora de la limpieza? Hace tanto que nadie se propasa conmigo.
Ese programa es otro barco a punto de naufragar. Hace agua por todos los costados. Por eso lo pusieron a Peluffo al timón. El gran remador.
No van a parar hasta que alguien se suicide en cámara. O acuchille a otro.
¡Chocolate por la noticia! Hace rato que la vida no vale nada. Menos en la tele.
Ojo que participar del “Gran Bodriano” o del “Bailando por un Sueldo”, es un pasaporte a las tablas. Las obras con mediáticos resultan más taquilleras.
Pero es una fama efímera. Dura lo que un gas en la canasta de Caperucita.
Igual, la temporada no es tan brillante como dicen. Cuando hay recitales gratis en Mardel, las salas están más vacías que mis bolsillos. Ni el boletero aparece.
Hay compañías que ya levantaron campamento y se volvieron pa’l rancho.
Es que tampoco pueden pretender hacerse la América en tres meses, ¿no?
Una gran pérdida es que la chilena Barrientos se vuelva a su país.
¿En serio? Ya que está, ¿por qué no se lleva la ceniza volcánica?
Che, que no haya un conflicto limítrofe. Bastante tenemos con las Malvinas.
Sí, resulta que ahora los colonialistas somos nosotros. Típico humor inglés.
Habría que regalarle unos libros de historia al Primer Ministro, así se desasna.
Más que Cameron, el Premier debería llamarse David Camaleón.
El tema no pasa tanto por una cuestión territorial ni por la autodeterminación de los kelpers, sino por saber si hay oro negro en la zona. Y en ese caso, quién se lo queda. Por la “Money” baila el “monkey”.
Ahora que decís, ¿se enteraron que se murió la Mona Chita, pobrecita?
Sí. 79 pirulos tenía. La única sobreviviente de la saga de Tarzán.
No les quiero pinchar el globo, chicas, pero Chita era Chito. Mono macho.
¡No! ¿Un chimpancé transexual? ¿O era travesti? ¿O tenía disforia de género?
Lo único que falta es que me digan que Johnny Weissmuller era gay y Jane lesbiana. Prefiero no enterarme de más cosas. No me cuenten.
¿Vieron que el chocolatero finalmente salió del placard?
Es que ese ropero estaba lleno de chongos. Ya no había más lugar.
Bueno, che. La libertad es libre. Que cada uno haga de su trasero un silbato.
De acuerdo. Pero los hetero somos minoría. No nos discriminen. ¡Chin, chin!