• ¡Hoooliiiissss! ¿Enchufadas? ¿Paso lista?
  • ¡Odio cómo me veo en la pantalla, chicas! ¿A ustedes les pasa lo mismo? Parezco un fantasma. Y eso que me maquillo para zoomear con ustedes, eh. Pero no hay caso.
  • ¿Y por qué ese pasamontañas, Tita? Si estás adentro. ¿Tenés frío?
  • No, estoy tratando de pegarme las orejas. Tanto usar barbijo, parezco Dumbo, les juro.
  • Te podrías poner una vincha. Cumple el mismo propósito y es más “cool”.
  • Yo estoy haciendo tapabocas con motivos navideños. Guirnalditas, borlitas, hasta lucecitas de colores intermitentes les pongo. Si gustan, pueden hacer sus pedidos anticipados con descuento, amigas. Incluyen pilas.
  • ¿A las figuritas del pesebre también les pondremos barbijos?
  • ¡Ni me hablen! ¿Vieron lo que dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus?
  • Y ése, ¿quién es? ¡Cuántas consonantes! Impronunciable.
  • ¿Cómo quién es? Nada menos que el Director General de la Organización Mundial de la Salud. Un capo el tipo.
  • ¿Dio un mensaje optimista con respecto a la maldita pandemia?
  • Al contrario. “No hay solución y quizás nunca la haya”, escupió sin anestesia.
  • ¡Ah! ¡Pum para arriba! ¡Qué buena onda el chabón!.
  • Es la verdad desnuda. ¿O preferís que te mientan?
  • ¡Toda la vida! Mentíme que me gusta, es mi lema.
  • Así te fue, Gladys. ¡Enganchaste cada bolacero!
  • Necesitamos que nos doren un poco la píldora, Moni. Tanta verdad es letal. Un cachito de esperanza, una palabrita de aliento. De ilusión también se vive, ¿o no?
  • Yo prefiero que me canten la justa. Así sé a qué atenerme.
  • Ah, sos de las que dicen que si acabamos con este virus, vendrán otros peores. Un cascabel.
  • Habrá que hacerse vegetarianas, chicas. O veganas. Porque todos estos bichos vienen de los animales. Y peor, si los comés crudos.
  • Pero te olvidás de los pesticidas que usan en los cultivos, Mecha. Y lo orgánico es carísimo.
  • Bueno, chicas, de algo hay que morirse. No nacimos pa’semilla.
  • ¿Vieron que la pobre Nicole se lo agarró? Y eso que es re obse. Tenía siempre un rociador a mano y desinfectaba al que se le cruzaba, sin decir ¡Agua va!.
  • Lavandina va”, diría.
  • En las redes la mataron a la blonda por el trato que le dio a su empleada, también contagiada. Como que la tenía encerrada en las dependencias de servicio, tipo rehén.
  • ¿No era que no se podía tener personal de limpieza durante la cuarenterrrrna?
  • Una cosa es lo que se puede, y otra lo que se debe. Aquí cada uno hace lo que se le canta.
  • Aquí solamente no. Mirálo al viejo del Rey de España. Investigado por corrupción y escándalos, se rajó a un resort caribeño, tras meterle cornamentas varias a la pobre Sofía, regalarle millones de euros a su última amante, y poner en jaque mate a la institución de la monarquía.
  • La monarquía atrasa, chicas. Es demodé. En pleno siglo XXI resulta anacrónico que siga habiendo reyes, reinas, princesas, príncipes. Sólo aptos para Disney.
  • Y hasta ahí nomás. Las princesas de Disney ahora son feministas, guerreras, empoderadas. No buscan un Príncipe Azul, Ya se avivaron que destiñen inexorablemente.
  • Igual hay presidentes que se creen monarcas. Trompita Trump, sin ir mas lejos.Un yosapa.
  • Más respeto a los payasos, che. ¿O coincidís con Cristina, cuando dijo que comparar a un senador con un cómico es una ofensa? Hablaban de Mario Sánchez y su divertida sarasa.
  • ¡Al contrario! Confío más en los cómicos que en muchos políticos. Lejos.
  • ¿Y si brindamos por ellos? ¡Aguante el humor! ¡El mejor antivirus! ¡Chin, chin!