• Susy, ¿vos ya te jubilaste? ¿O seguís transitando los pasillos de Tribunales?
  • Estoy en eso. ¿Por?
  • Por el divorcio que te perdiste. ¡Maaaamita!
  • ¿Cuál? ¿El de Nico Cabrón y Laurita? Te aclaro que esos dos no estaban casados.
  • ¿Se separaron? Cabré es un depredador serial. No deja títere con cabeza.
  • Parece que es medio obse, y Laurita no le hacía la cama como él quería.
  • A esa edad y con esa facha, pensé que le gustaba más deshacer la cama que hacerla.
  •  Igual no hablaba de ellos dos. De otro más grosso. Bill y Melinda.
  • ¿Quién los juna?
  • Todo el mundo, Susy. Él es uno de los tipos más ricos del planeta. Con decirte que su fortuna es 4 veces la reserva del Banco Central argentino. Unos 146.000 millones de verdes.
  • A ver, dejáme adivinar.  ¿Su segundo nombre es Microsoft?
  • Así es. Gates y la jermu se divorcian después de 27 años de matrimonio.
  • Ella queda bien parada, ¿no? Techo y comida no le van a faltar.
  • ¿Qué te parece? Imagináte la tajada para los abogados. Se me hace agua la boca.
  • ¿Hubo un tercero o tercera en discordia?
  • Parece que él, con esa carita de nerd y de “yo no fui”, se iba de vacaciones con una ex novia una vez al año. Y Melinda lo supo siempre y se la bancó. Estaba consensuado.
  • ¡Qué modernos! Supongo que tendrán un acuerdo pre nupcial.
  • Sabés que no. Va a estar peliaguda la división de bienes.
  • No todas las relaciones tienen un final feliz, como de cuento de hadas.
  • ¡Menos ahora! ¿Se enteraron lo de “Blancanieves”? En Disney le quieren cambiar el final.
  • ¿El beso del Príncipe? ¿Por?
  • Porque la mina estaba apolillando, y fue un pico “no consensuado”.
  • ¡Me estás jodiendo! Si era lo más lindo del cuento. El beso que le devuelve la vida. ¡Tan romántico!
  • Sí, pero no le pidió permiso el chabón.
  • ¡Por favor! ¡Con ese criterio hay que cambiar el argumento de todos los cuentos! Las hermanastras de Cenicienta se sentirían discriminadas por feas y gordas; la abuela de Caperucita no podría terminar en el bagre del lobo;  la bruja de “Hansel y Gretel” iría en cana por  manducarse criaturas; los sapos se negarían a convertirse en apuestos príncipes con un beso; los enanos de Blancanieves querrían ser llamados “personas de baja estatura”, y así sucesivamente. Nos vamos a morir todos de corrección política. ¡Qué plomazo! Nada más aburrido.
  • Si hasta están diciendo que “El Principito” debería pasar a ser “La Princesita”.
  • No se puede juzgar todo lo hecho antes con los parámetros actuales. Cuando Porcel y Olmedo manoseaban a las chicas o las trataban como objetos, no nos escandalizábamos. Al contrario. Bien que nos reíamos.  Cada cosa en su lugar y en su época. No seamos tan miopes y prejuiciosos.
  • Hablando de chicas lindas, ¿Vieron que hubo otra baja en el periodismo esta semana?
  • ¿Crepó alguien más? ¡Bicho de mierda! ¡Está dejando un tendal!
  • ¡No! ¡Cruz diablo! Una deserción nomás. Romina Malaspina cambia de rubro.
  • ¿Quién es?
  • La bomba que trabajaba en el noticiero de Canal 26. Se va a dedicar al canto.
  •  Se la criticó por sexy a esa piba. Pura envidia. Como si una mina no pudiera ser atractiva y pensante a la vez. Muy machirulo el ambiente.
  •  No sé ustedes, chicas, pero yo extraño los piropos en la calle. Antes pasabas por una obra en construcción, y algo te gritaban los muchachos.
  • Hay varias explicaciones. Primero, se construye poco y nada últimamente. Segundo, los tipos están acobardados y temen que los denunciemos. Tercero, nosotras estamos grandecitas y menos apetitosas.
  • Tal vez llegó el momento en que nosotras empecemos a piropearlos. ¿no?
  • Probemos, total con el barbijo se disimula si nos miran raro. ¡Chin, chin!