• ¡Feliz día atrasado, amigas! Les traje regalitos.
  • ¡Qué atenta, Miriam! Pero nos hacés quedar mal a las que venimos con las manos vacías-
  • Una pavadita, Rita. No es para tanto.
  • ¡Qué paquetitos más mononos!
  • Sí, pero no los abran acá, porfi. Cuando lleguen a sus casas.
  • ¿Por qué? ¡Yo no aguanto! Al tacto está re duro. ¿Un perfume?
  • No precisamente. Las épocas del “Free Shop” son historia antigua. Sorry!
  • ¿Es para ponerse o un adorno?
  • Lo dejo a tu criterio …
  • ¿Lo puedo espiar debajo de la mesa? Rompo apenitas el papel, te lo juro.
  • ¡Qué impaciente! ¡Y no jures en vano!  Bueno, dále…
  • ¡No lo puedo creer! ¿Los conseguiste? ¿No era que habían dado marcha atrás con la compra?
  • Tengo conexiones.
  • ¡Es de madera maciza! ¡Y hasta barnizado! Una preciosura.
  • No es por despreciar, Miriam. Pero prefiero los que me compré en el sex shop de Amsterdam. Son más … cómo  decirlo … amables.
  • No es para usar, chicas. Más bien un souvenir, un muleto, un tentempié, un recordatorio, un ayuda memoria …
  • ¿Y dónde lo pongo? ¿En la repisa del living? ¿En la vitrina de la abuela, junto a la cristalería? ¿Tiene base de apoyo?
  • Mejor en el cajón de la mesita de luz.
  •  ¡Si será guacha, Miriam, eh! Esto me suena más a gastada que a obsequio.
  • ¿Qué poco sentido del humor! ¡Que no se diga, che!
  • Falta que nos regales una de esas camas de cartón, anti sexo, de los atletas olímpicos.
  • El que las hizo no leyó el Kama Sutra. Como si no hubiera otras opciones y posiciones.
  • ¿Y desde cuándo sos experta? ¿Quién sos? ¿La Rampolla del grupo?
  • ¡Qué apellido más apropiado para hablar de sexo, ¿no?!
  • Ella le propuso al gobierno que compraran vulvas también.
  • ¿De madera?
  • No. De peluche. Como la gigante que ella lleva a todos lados para graficar sus charlas.
  • Tiene razón la portoriqueña. Dice que no sólo hay que hablar de enfermedades sexuales y de métodos anticonceptivos, sino también de “placer”.
  • ¡Mamita! Un tema tabú para nuestra generación. Goce y placer siempre asociados al pecado, a lo sucio, lo malo, lo feo. ¡Lo que nos hemos perdido!
  • Hablá por vos, Susy. Yo tan mal no la pasé. Me deconstruí.
  • Te veo más destruída que deconstruída, sin ofender.
  • Hablando de deconstruirse, ¿ustedes tuvieron algún “amigo” con derecho a roce?
  • Jamás de los jamases. Entre amigos no hay sexo.
  • Ése es otro tabú, Moni. ¿Por qué no?
  • Porque si vas a la cama, se acaba la amistad. Pasa a ser otra cosa.
  • ¿Dónde está escrito eso?
  • En ningún lado. Es sentido común. Se mezcla todo. Distinto es quedar como amiga de un ex. Eso sí puede pasar. Pero al revés, no.
  • Pero yo no digo “enamorarte” Sólo un “touch & go”. Y a otra cosa, mariposa.
  • Nunca probé. Y creo que ya es tarde. Tal vez, en mi próxima vida.
  •  Volvamos como hombres, chicas. La pasan mucho mejor, con menos rollo.
  •   ¡Brindo por eso! ¡Choquemos copas con el “regalito” de Miriam! ¡Chin, chin!