por Irene Bianchi
  • Chicas, antes que nada, propongo un acto de desagravio a Graciela Alfano.
  • ¿Se te mojó la membrana, Loli? ¿Te volviste loca, o qué? Esa mina no tiene perdón. Casi rompe el único matrimonio de la farándula que duró más de 30 años. Además de deschavar a otro montón de tipos casados.
  • Ya sé, Nené, pero acordáte. Todo el mundo dijo que estaba chapita porque le hablaba a las tostadas. ¿Qué me cuentan entonces de Maduro, que habla con un pajarito, porque cree que es Chávez reencarnado?
  • Perdón, Loli. No habla. Le silba y le chifla.
  • Sí, el moño le chifla. Ese señor no está en sus cabales.
  • Es un toque de realismo mágico, a lo García Márquez. Una licencia poética.
  • ¡Qué licencia poética ni qué ocho cuartos, nena! Aparece vestido de boy scout, con un sombrero de paja y un pajarito de plástico¿A vos te parece que un candidato a Presidente puede dar ese espectáculo? Patético es poco.
  • No sólo eso. Asegura que el finadito Hugo-que en paz descanse- habló con Tata Dios para que los cardenales eligieran un Papa argentino.
  • A mí el Papa me defraudó. Eso de entristecerse por la muerte de la Dama de Hierro no me cayó bien. Si hasta en Inglaterra hubo muchos que lo festejaron con bombos y platillos. Se murió la bruja, gritaban. Que se pudra en el infierno.
  • Bueno, che, pero no es muy cristiano que digamos alegrarse por la muerte de nadie, ¿no?, por más tránsfuga que haya sido.
  • Ustedes van a decir que yo estoy mal de la cabeza, pero últimamente estamos tan para atrás, tan orinados por los dinosaurios, que cada día me asusta menos la idea de pasar a mejor vida.
  • ¡Tocáte la izquierda, Nené¿Qué decís? ¿Y cómo sabés que va a ser mejor?
  • Constar, no me consta, pero se me ocurre que en el Cielo no va a haber inundaciones, ni tsunamis, ni tornados, ni terremotos, ni erupciones volcánicas, ni cataclismos, ni cacos, ni funcionarios inoperantes, ni políticos corruptos.
  • ¿Y tan segura estás que te toca el Cielo? ¡Mirá si te mandan al segundo subsuelo y te encontrás con Margaret! Ya me las imagino escabiando a full.
  • Che, cambiando de tema, ¿vieron que nuestra Lubertino está haciendo escuela. ¿Se acuerdan lo de los huevitos Kinder sexistas? Bueno, parece que ahora los charrúas, que sacaron la Ley del Matrimonio Igualitario, quieren cambiar la letra del Arroz con leche.
  • ¡Me estás jodiendo!
  • ¡No! ¡En serio! En vez de: me quiero casar, con una señorita, de San Nicolás, que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar, quieren poner: con una personita, del Brazo Oriental, que sepa querer, que sepa soñar, que sepa compartir las ganas de jugar. Textual.
  • Pero si la original era de avanzada. ¿Acaso la viudita, del Barrio del Rey, no terminaba casándose con una señorita? Más lésbica, imposible.
  • Últimamente, nuestros hermanos uruguayos se están yendo seguido a la banquina. Empezando por el Pepe, con eso de la vieja terca y el tuerto.
  • Lo único que nos faltaba es una guerra con el Uruguay. ¡Cartón lleno!
  • No te preocupes. Ya pidió disculpas. Un tanto tibias, pero disculpas al fin.
  • ¡Que haya paz, chicas! Y que el de arriba cierre las canillas por un tiempito. ¡Chin, chin!