por Irene Bianchi
  • Chicas, ¿no es increíble lo del rescate de los mineros chilenos? ¡Un milagro!
  • Es cierto, Nacha, pero no perdamos de vista que esa desgracia se podría haber evitado si las condiciones de seguridad hubieran sido mejores.
  • ¡Desde ya! Y ésa va a ser otra de las conquistas a futuro, sin lugar a dudas.
  • Más allá del milagro y del factor suerte, hay que reconocer el enorme mérito de los expertos que se exprimieron el cerebro para hacer las cosas bien y rápido.
  • Me pregunto si los argentinos hubiéramos sido tan diligentes y eficientes.
  • Lo dudo. Mientras nos poníamos de acuerdo en la metodología y deponíamos nuestras ínfulas de “prima donna”, a esos pobres tipos se les acababa el aire.
  • ¿Ven? Eso es lo que me despertó una pizquita de envidia: el espíritu de cuerpo de los chilenos, el trabajo de equipo, tanto de los que estaban atrapados como  de los que planeaban el rescate. Del país entero. Acá somos una bolsa de gatos!
  • Todos caciques y ningún indio, como decía mi viejo.
  • Porque siempre nos creímos superiores con respecto al resto de América Latina, la “crème de la crème”, los europeos sudamericanos, los aristócratas.
  • “Aristogatos”, en el mejor de los casos.
  • Y mientras tanto, todos los países vecinos nos pasan el trapo en muchas cosas: Uruguay, Brasil, Chile. Habría que bajarse del pony y copiarlos un poquito.
  • ¿Se dieron cuenta que, en lo que va del año, Chile ya se comió un terremoto, un tsunami y ahora esto? ¡Qué racha! No dan para sustos.
  • Dicen que lo que no te destruye, te fortalece. Y éste parece ser el caso.
  • ¡Qué bolonqui lo del minero a quien se le juntó la hacienda, ¿no?
  • ¿Johnny? Ese chabón debe haber rogado quedarse bajo tierra.
  • Pero la mujer legal depuso las armas y lo dejó elegir a la suplente. Una “lady”.
  • Vamos a ver si es tan “lady” a la hora de pasar por caja. Esos tipos saltaron de perro a escopeta de la noche a la mañana. Ahora son “celebrities”.
  • ¿Vieron que- antes de salir- los 33 firmaron un pacto de confidencialidad, para no revelar las miserias que vivieron ahí abajo?
  • En eso, los tipos son de fierro. Una tumba. Nosotras hubiéramos ventilado todo a los cuatro vientos ni bien nos mandaban una camarita. Somos rebuchonas.
  • Victor Segovia llevó un diario de los 70 días. ¿Ustedes creen que  “editó” y censuró las peleas y conflictos? Si eso es precisamente lo más jugoso, lo que más vende a la hora de hacer una peli o publicar un libro.
  • ¡Qué raro que Tinelli se perdió ese “reality”! Estuvo lenteja Ideas del Sur.
  • Algo se les va a ocurrir, perdé cuidado.
  • Lo increíble fueron las coincidencias con la Tragedia de los Andes y las curiosidades numerológicas. Tanto los mineros como los rugbiers uruguayos estuvieron 70 días antes de ser rescatados. Un 13 de octubre se cayó aquel avión, y otro 13 de octubre salvan a los chilenos. Trece del mes 10 del ’10 también suman 33. En la Quiniela, el miércoles salió el 11: el minero. ¡Guau!
  • ¿Vos creés en esas cosas? ¿No será todo una gran casualidad?
  • No hay casualidades sino causalidades, Perla. Ya lo dijo el bocho de Albert Einstein: “Dios no juega a los dados con el universo”.
  • ¿Vos decís que todo pasa por algo?
  • O para algo. Para aprender, para crecer, para mejorar. La vida es una escuela.
  • Acá somos todo repetidores, entonces. Brindo por el repechaje: ¡Chin, chin!