por Irene Bianchi
  • ¡Ay, chicas! ¡Por fin volvió el glamour a la tele! ¡Aguante la Su!
  • ¿Glamour? Cambiá los lentes, Elvita. Vos que sos su fan, ¿me podés decir quién es su asesor de vestuario? ¿El enemigo? ¿Por qué siempre tan amatambrada?
  • Es que la tele engorda, Adri. Se mata de hambre la pobre.
  • Bueno, decíle que coma porque no le luce. O se pone la ropa equivocada.
  • La Giménez es de teflón, chicas. Se le perdona todo. Hasta las burradas.
  • ¿Y a Flor Peña también se le perdona todo? Una metida de pata tras otra.
  • ¡Pobre el hijito, ¿no?! ¿Con qué derecho anda diciendo ella por ahí que el pibe pinta gay porque le encanta jugar con las barbies? Derrapó mal la Pechocha.
  • Igual que Nazarena Vélez, cuando anunció a los cuatro vientos que su hija ya era “señorita”. Yo que la nena, la acogoto en cámara. En vivo y en directo.
  • Se creen inimputables esas minas. Pueden decir lo que se les canta, aunque involucren a sus propios hijos. Se tendrán que hacer cargo de la terapia.
  • No sólo las minas, Tita. Santiago Bal se fue a la banquina contando intimidades de alcoba con su ex. Parecía un caballero y resultó todo lo contrario. Feíto.
  •  No sé qué pasa últimamente que todos se van de boca. Justo cuando el INDEC reconoció una suba en la tasa de desempleo, Lorenzino dijo todo lo contrario.
  • Incontinencia verbal, que le dicen.
  • Hablando de incontinencia, ahora dicen que la escasez de papel higiénico en Venezuela se debe a que la gente come más. ¿Pueden creerlo?
  • Digo yo, las “milicias bolivarianas” que va a crear Maduro ¿tienen algo que ver con los “grupos militantes” cristinistas,  que van a salir a las calles a “mirar y cuidar”, para que no aumenten los precios?
  • Ni idea, pero me da mala espina. Tanto control y vigilancia te quitan el aire.
  • Ojo que también anunció cosas buenas, como el aumento en el salario familiar y en la asignación por hijo. No todas son pálidas, Yiyí.
  • Ya lo decía mi abuela: cuando la limosna es grande, hasta el Santo desconfía.
  • Ustedes son unas Gatas Floras. Nada les viene bien. Contreras de alma.
  • Se acabó el “dólar Colonia”, ¿vieron? Lo dejaron destapado y se evaporó.
  • No sólo eso. Sólo se va a poder sacar 100 verdes cada 3 meses en los países limítrofes, y 800 por mes en el resto del mundo. A veranear en casa.
  • Menos mal que conocí el Viejo Continente cuando era joven, porque lo que es ahora, no paso de Santa Teresita. Me agarra el síndrome de Olmos.
  • Hay que verle el lado bueno. Promueven el turismo interno. Primero, Argentina.
  • Tu optimismo me conmueve, Elvita. No sé si sos sabia o tonta.
  • Mirá, Yiyí. Inteligencia es capacidad de adaptación. Yo me adapto. No me queda otra. La opción es levantar campamento y mandarme a mudar.
  • El que se mudó a los rajes es el amigo Báez. Ahora hace visitas guiadas a sus impolutas propiedades. Hasta te convida con una copita de vino de su bodega.
  • Puestos a elegir, prefiero la buena cepa al mal cepo, diría el Nano.
  • Me encantó la salida del ex chofer de Néstor: “No me perdonan el éxito”.
  • Es que son tipos que pelecharon de lo lindo. Como el jardinero. Increíble.
  • ¡Qué quieren que les diga? Me parece que acá hay gato encerrado.
  • Guita, no gatos. Las bóvedas son herméticas. Un gato se asfixiaría.
  • Chicas, les traje regalitos: escarapelas para todas. ¿Brindamos?
  • ¡Pobre Patria! Ya vendrán tiempos mejores. ¡Chin, chin!