¡Ay, chicas! ¡Eramos pocos y nos invadieron los mosquitos! ¡Las 7 plagas!
¿Y las otras seis, cuáles serían, Normita?
Y, la remarcación de precios, el dólar fugitivo, los políticos alucinados, la improvisación oficial, la canasta escolar y el país en llamas. Podría seguir, eh.
A mí me está por agarrar un bajón de aquellos. Se termina “Farsantes”.
Esa tira se devaluó hace rato, Elida. Igual que el peso. Se vino abajo, como calzón de meretriz.
Sí, pero los que salieron ganando fueron los actores secundarios, que crecieron a lo loco, mientras los protagonistas se agarraban de las mechas y se rajaban.
Muero por saber qué va a decir el gordo Casero cuando le den un Martín Fierro, y se lo “dedique” a Julio Chávez. No se la va a perder.
Yo juro y perjuro no engancharme con ninguna otra tira. Pero no me creo nada.
Yo empecé a ver “Mis amigos de siempre”, creyendo que se podría parecer a “Friends”. Le erré al vizcachazo. Un bodrio intragable.
Sí, lo ví. Una vez. Cabré hace de Cabré, Nico Vázquez de Nico Vázquez; Heredia de Heredia, Solita de Solita, Laport de Laport, y Juanita Viale madera terciada de Juanita. No componen un personaje ni por casualidad.
¿Y “Señores Papis”, qué onda?
No son buenos pero están buenos. Luciano Castro es puro músculo y tatuaje. Siempre haciendo de rudo, tirando a hombre de las cavernas.
Y ahora se viene “Guapas”, con Araceli, Macedo, Peterson, Julieta Díaz y Erica Rivas. Veremos …
Espero que no se parezca a la versión local de “Amas de casa desesperadas”, porque fue un fiasco.
Me parece que andamos flojos de guionistas, ¿no? Las historias son berretas, previsibles; al toque te das cuenta de lo que va a pasar. Cero sorpresa.
Yo creo que nuestra realidad tan surrealista, es mucho más rica en situaciones bizarras, que cualquier ficción. ¡Hay cada personaje! ¡Cada mascarita!
Lo malo es que nos hemos quedado acéfalos de dirección en esta tragicomedia argentina. No hay nadie a cargo.
¿Tragicomedia? No sé. Más bien un sainete. O un grotesco criollo. O un vodevil. Cuesta ensasillarnos en un solo género.
Y nosotros, ¿qué vendríamos a ser? ¿Actores de reparto?
¡No! ¡Ni eso! Apenas extras.
¡Ah! Y los protagónicos son como los de “Farsantes”, ¿no? Todos peleados con todos. Se juntan para la foto y nada más.
Algo así. Nunca conoceremos las intrigas palaciegas, lo que pasa entre bambalinas y en los camarines. Secretos de Estado.
Y les esta yendo tan mal como al teatro en Mar del Plata. Magras taquillas.
¿Saben qué es lo peor? Que nosotros, los ciudadanos de a pie, somos los productores involuntarios de este bodrio. Los que ponemos la tarasca.
De a pie. Nunca más cierto. No sé cuándo volveré a llenar el tanque. La nafta cuesta más cara que un buen perfume importado. Un lujo asiático.
Cazá la bici, Normita, que no muerde. Y de paso endurecés las cachas fofas.
Fofa tu abuela. Bien duritas las tengo. ¿Querés tocar?
No, gracias. Ya bastante te tocan el traste sin pedirte permiso en este íspa.
Brindemos. Para que el país deje de ser una teatro del absurdo. ¡Chin, chin!