¿No será que hace tiempo que no se bañan? Menos mal que no se huele por videollamada.
¿Querés que le demos bola a Trompita Trump, y tomemos desinfectante, para oler mejor?
¿Ese tipo es o se hace?
Es. Lo demuestra a diario. Como Bolsonaro. Gemelos separados al nacer. Impresentables.
Hay que tener cuidado con esto de las videollamadas y las videoconferencias. ¿Vieron lo que le pasó al profesor ése?
¡Sí! Mientras respondía preguntas de sus alumnos, la jermu pasó en bolas por atrás.
Peor el funcionario americano que tuvo que renunciar tras revolear a su gato por los aires, con mucho donaire, durante una videoconferencia. Un tal Platzer.
Hubo otro. Un periodista español, Alfonso Merlo, conversaba con otro colega por un canal de Youtube, y su joven amante pasó en tarlipes por atrás. Imagínense la reacción de su novia, la oficial …
Detrás mío, a lo sumo podrán ver a mis gatos o mis perros. Estoy solanolima.
Más solo que Tinelli en el Bailando. Si se hace, cosa que dudo, van a estar todos separados por acrílicos. Nada de intercambio de fluidos ni secreciones; nada de roces, de frotes, de fricciones. Y se oirán reidores grabados, porque nada de tribuna ni familiares. Y el cabezón no se resigna a renunciar al bodrio.
Tiene resto. No creo que eso afecte su bolsillo. Que nos dé un respiro. Alguna ventaja tiene que traer este maldito virus.
Por suerte en la tele se empiezan a hablar de otras cosas. Separaciones a granel.
¿En serio? ¿Por la convivencia forzosa?
No necesariamente. Cabrón Cabré, el depredador serial, se cobró otra víctima. Laurita.
Y las minas no escarmientan. Hay que huirle como a la peste.
Sí, pero a la Tauro se le fue la mano. Dijo que se lo podría castrar, como a los pichichos.
¡Epa! No es para tanto. Con evitarlo, suficiente.
Otro divorcio. Jujuy y el potro manco.
Ojo que también habrá múltiples embarazos. Un “baby boom”, como el que hubo después de la Segunda Guerra Mundial. Se los llamó “baby boomers” a los nacidos en esa época. Nosotras caemos en la volteada, sin ir más lejos.
¿”Baby boom”? Yo tengo otra palabrita nueva: “zoomple”.
¿Y eso qué es?
Un cumpleaños celebrado vía zoom.
Mirá que dicen que los cumpleaños que cayeron en marzo, abril y mientras dure la cuarentena, no cuentan. Se conserva la misma edad.
No nos quejemos, chicas. Más vale seguir encerraditas, ahora que a algunos trasnochados se les dio por mandar a unos cuantos delincuentes a sus casitas. Ojalá los liberados reincidan en los domicilios de sus benefactores, así viven en carne propia lo que sienten las víctimas, nunca tenidas en cuenta.
Hasta la doctora trucha Rímolo pidió prisión domiciliaria. Y Grassi, el pedófilo.
A río revuelto, ganancia de “pecadores”.
Bueno, chicas, me retiro. Hoy me toca limpiar el horno, trabajo insalubre. Le vengo esquivando el bulto hace semanas.
No hables de bultos, Elvi, que estamos en cuarentena. Las quiero, chicas. ¡Chin, chin!