· Chicas, estoy un poco confundida. ¿Habemus nuevo Presidente?

· ¿Cómo se te ocurre, Silvita? Las elecciones son el año que viene.

· Ya lo sé, pero el otro día tenía la tele sin volumen, y los veo a Alberto y Massita abrazados, emocionados al borde de las lágrimas, delante de un montón de gente que vitoreaba y aplaudía, y pensé que Fernández se iba al banco.

· Eso puede ser. Lo del banco digo. Pero seguir, sigue. Al menos, por ahora. Porque viste que en este íspa, nunca se sabe. Todo es: sólo por hoy.

· La vi a “Mo, La One”. ¿Estaban las otras “Olmedo Girls”? Yuyito, la Brodsky, la Traverso, la Romero …

· ¡No! Moria estaba en calidad de suegrastra, o sea, madrastra de la jermu de Sergio.

· ¿Sigue con el Pato Galmarini?

· ¡Viento en popa! ¡Más enamorados que nunca!

· ¡Mirá si la nombran portavoza! Sería mucho más divertida que la Cerruti.

· ¡Ojalál! En lugar de “A la cama con Moria”, sería “A la Pink House con Mo”. Un golazo.

· ¿Me pareció a mí o esa festichola tenía un tufillo menemista- noventoso?

· ¡Tal cual! Apuesto a que sirvieron pizza con champagne a los 500 invitados.

· ¡Quinientos!!! No entiendo. ¿La idea no era anunciar austeridad, prudencia y decoro?

· Nunca predicaron con el ejemplo, Elsi. Su lema siempre fue: Haz lo que yo digo, mas no lo que yo hago. En ese sentido, son coherentes los kumpas. Hay que reconocerlo.

· Yo subí el volumen recién cuando Sergio juraba, y lo hizo con una firmeza y un tono como si le hubieran ofrecido el sillón de Rivadavia. De ahí mi confusión, ¿entendés?

· Es que seguro apunta en esa dirección. Hace años que le tiene ganas, y como todavía es joven, se tiene fe.

· Me parece que la que se tiene más fe es Malena. La fuerte de la pareja. El poder detrás del trono.

· ¡Pobre! La vi llorando a moco tendido.

· ¿Y le creíste? ¡Par favar! ¡No seas ingenua, amiga! Es todo “pour la gallerie”. Circo pa’la gilada. Malena es la “Lady Macbeth” autóctona. Relean la obrita de William, please.

· ¿La Vice fue?

· ¡Cómo se te ocurre! Pero eso sí, lo recibió en su despacho para la foto. Ni el abrigo se sacó el Super Ministro. Entró y salió en un abrir y cerrar de ojos. Le echó flit.

· Lo llaman “la bala de plata”, o sea, otro manotazo de ahogado. Más de lo mismo.

· También vi un montón de gente que no aparecía hace rato: Manzano, de Narváez …

· ¿Será cierto que en los 90 Manzano se siliconeó los glúteos?

· Eso se rumoreaba. Los noventa daban para todo. La época del “1 a 1”, de los argentinos viajando afuera y comprando a cuatro manos, del “déme dos”. Un espejismo.

· Seré curiosa, ¿quién lo reemplazó a Massa en la Cámara de Diputados?

· Cecilia Moreau. La misma que dejó entrever que Pfizer pedía los glaciares a cambio de sus vacunas.

· ¿Cecilia? ¿Qué es de Leopoldo, el echado de la UCR?

· La hija.

· ¿Y ya se retractó del bolazo ése de los glaciares?

· ¡Ni ahí! ¿Cuándo los escuchaste retractarse? Antes de designar a Massa, Alberto volvió a echarle la culpa de la crisis argentina a la pandemia y a la guerra. Autocrítica cero.

· Está muy venido a menos, deteriorado y ojeroso. Por suerte, se toma unos recreos musicales. ¿Lo vieron con Santaolalla guitarreando en Olivos?

· Eso lo hacen bien. Guitarrear.

· Como la orquesta del Titanic, que siguió tocando mientras el barco se hundía.

· Y bueno. Asado no habrá, pero tenemos asegurados panqueques para todes. ¡Chin, chin!