Repaso algunas de las afirmaciones más salientes de Cristina Fernández el viernes pasado en Chaco. 1) “La gente está muy mal”: chocolate por la noticia. No nos habíamos percatado. 2) “No le estamos haciendo honor a tanta confianza”: creo que se acordaron tarde, porque ya ha transcurrido más de la mitad de esta gestión kirchnerista. 3) “Lo que está pasando en el Poder Ejecutivo no es una pelea; yo no le pegué a nadie, a mí nadie me pegó. Esto es un debate de ideas”: ¿sabe una cosa? Hay distintas formas de “pegar”. La inseguridad pega, la inflación pega, la falta de trabajo pega, la improvisación constante y la falta de rumbo pegan, la ostensible grieta en la coalición gobernante pega, la partida de hijos y nietos al exterior en busca de un futuro pega. 4) “Esa decisión política (de elegir a Alberto Fernández como candidato a presidente), a la que no considero como dicen algunos compañeros erróneamente ‘generosa’, fue un acto inteligente”: ¿inteligente?, ¿en serio? El actual estado de cosas no parece confirmarlo. Cuando alguien se elogia a sí mismo tanto como lo hace indefectiblemente nuestra vicepresidenta (confieso que le envidio su autoestima), solemos decir: “No tiene abuela”. Este es el caso. Coherente, imperturbable, incorregible. Irene Bianchi