· ¡Qué fresquete, chiques! Hoy no está para corpiño calado.
· ¿Qué dijiste, Adela?
· Corpiño calado. ¿No conocés el dicho? Es de nuestra época, Bety.
· Antes. ¿Qué dijiste antes?
· “Hola”, dije.
· No. Dijiste “Hola, chiquEs”. Te oí bien.
· Sí, ¿y qué? Quiero ser rebelde, como Axel.
· ¿El cantante?
· No, el otro. El que dijo que hablemos como queramos.
· Ah, por eso dijo “haiga” y “pudió” en un par de discursos. Muy coherente el señor. Recuerdo cuando admitió que se recibió sin haber leído un solo libro. No me jodas, amiga.
· AmiguE.
· A ver, vos Adela, ¿cómo te autopercibís?
· Como mina.
· Entonces sos amigA, no amiguE. Y se acabó la discusión.
· No peleen, chicas. ¿Se acuerdan de esa canción infantil: “La mar estaba serena …”, en la que jugábamos con las vocales.
· ¿Cómo olvidarla? “Le mer estebe serene, serene estebe le mer …”.
· Bueno. Ése es el origen del lenguaje inclusivo, parece. ¿O se dirá “perece”?
· Algunos lo llaman lenguaje “intrusivo”.
· La libertad es libre. Que cada cual lo use o no “a piacere”. Lo que me parece un disparate es que lo enseñen en las escuelas. Los chicos apenas pueden dibujar la “o” con un vaso, y lo único que falta es que los docentes pierdan tiempo con esta boludez.
· Yo aprendí a leer con el libro “Upa”. “Mamá me ama… Mamá amasa la masa”
· Ahora se diría: “Memé me eme. Memé emese le mese”
· Memes son lo que salieron en las redes a propósito del fallido de Alberto.
· ¿Cuál de ellos? Porque suelta media docena cada vez que habla.
· Cuando dijo “garganta profunda” en vez de “garganta poderosa”.
· Lo traicionó el subconsciente. Era una peli erótica, ¿no?
· Más porno que erótica. Sexo explícito. Del ’72. Imagínense el revuelo que provocó en su momento.
· Alberto también defendió el inclusivo. ¿O se dirá “inclusive”?
· ¡Sí!. ¡Lo escuché! Dijo: “No es un problema de idioma, es un problema de que todos se sientan interpelados. Todes se sientan interpelades.”
· ¡Mamma mia! Como si no hubiera otros problemas que resolver en este íspa, che.
· No es un país. Es un mal chiste.
· Te corrijo. No confundas al país con quienes lo vienen des- gobernando hace décadas. El mal chiste es la clase dirigente, en su más amplio espectro. El país es hermoso. No tiene la culpa, pobrecito.
· ¿Habrá alguna salida que no sea Ezeiza, amigas?
· ¿Se acuerdan lo que dijo Borges?
· ¿Que los peronistas no son buenos ni malos, sino incorregibles? ¡Qué gorilón!
· No. Otra frase memorable. “Tenemos el deber de la esperanza”.
· Me encantó. Me voy a hacer una remera con esa fórmula anti bajón.
· Entonces hoy brindemos por Jorge Luis: ¡Chin, chin
Diario El Día, 26 de junio, 2022