Busco el significado de la palabra “portavoz” / “vocera/o” en el diccionario: “Persona que tiene autoridad para representar a un grupo o a una colectividad y hablar en su nombre por haber sido elegida para ello. Persona que habla en nombre de otra, o de un grupo, institución, entidad, etc., llevando su voz y representación”. Entonces confirmo mi sospecha. La portavoz de Alberto Fernández, Gabriela Cerruti, no parece hablar en representación de nadie más que de sí misma. En sus así llamadas “conferencias de prensa”, Cerruti emite sus propias opiniones, cuestiona y digita las preguntas de sus colegas, los trata con desdén, con desprecio, los ningunea, elige qué contestar y qué no. Es curioso que habiendo trabajado tantos años como periodista adopte ahora ese tono de superioridad que linda con la soberbia y la censura. ¿Creerá Cerruti que es “vox Dei”, un cargo bastante más alto que el de “vocera presidencial”? Es como si el personaje se la hubiera devorado. Le resultará difícil cuando vuelva al llano (porque todos vuelven al llano) recuperar el respeto perdido entre sus colegas y en la sociedad en general.
Diario La Nación, 16 de julio, 2022