por Irene Bianchi 
«Fantástica”, libro y dirección de Santiago Bal, con Carmen Barbieri, Rolo Puente, Alberto Martín, Tristán, Santiago Bal, Mónica Farro, Matías Alé, Andrea Ghidone y Paola Miranda. Vestuario: Gaby Girl´s. Iluminación: Daniel Feijoó. Sonido: Gastón Díaz. Música original: Daniel Vila. Coreografía: Alicia Barceló. Teatro Municipal Coliseo Podestá.
 
De la mano de legendarios empresarios como Petit, González, Amadori, y en salas como el Maipo, El Nacional, el Opera, el Avenida, en los años ’60 y ’70, hubo espectáculos de teatro de revista memorables, cuyas figuras salientes eran vedettes de la talla de Nélida Lobato,  Norma y Mimí Pons, Ethel y Gogó Rojo, Nélida Roca, Susana Brunetti, Ambar La Fox, Moria Casán, Susana Giménez, Adriana Aguirre,  Zulma Faiad, Mariquita Gallegos, y la propia Carmen Barbieri, entre tantas otras, todas ellas dueñas de cuerpos esculturales, no siliconados, que hacían gala de un erotismo y una sensualidad notables, muy transgresoras para la época.
A ellas se sumaban capocómicos, con sus monólogos picantes, que también aprovechaban para bajar linea política a los mandamases de turno. Dringue Farías, Adolfo Spray, Tato Bores, Pepe Marrone, Carlos Calabró, Jorge Corona, Alberto Olmedo, Javier Portales, Jorge Porcel, Alberto Locati, Juan Verdaguer, Juan Carlos Altavista, Don Pelele, Alfredo Barbieri, precursores de los “estandaperos” tan en boga hoy en día.
Han pasado muchos años desde entonces, y ha corrido mucha agua bajo el puente. Hoy, ver cuerpos desnudos, apenas disimulados con un toque de “body painting” en el programa de Tinelli y sus repetidoras, es moneda corriente, a cualquier hora del día y de la noche.
Decimos esto porque en 2010 hace falta algo más que bellas señoritas al natural y afiattados bailarines para montar un espectáculo de esta naturaleza, que sorprenda y ofrezca algo diferente y más elaborado que lo que se ve gratis en la caja boba.
Los platos fuertes de “Fantástica” son, sin lugar a dudas, el fastuoso vestuario y los números de baile. Todo lo que tiene que ver con el libro, hace agua. La secuencia de chistes de Matías Alé es insufrible. El mismo le confiesa abiertamente a un espectador: “¡Pensar que pagaste para ver a este nabo!”. Lo de Alberto Martín: “Si tuviera bolas, haría lo de Barreda”, de pésimo gusto, justamente en la ciudad donde ocurrieron los hechos, y no hace tanto.
Tristán es el único capocómico del elenco, que hace reír con recursos válidos.
Carmen Barbieri es una excelente comediante. Le sobra simpatía, talento y carisma. Es afinada a la hora de cantar, y sumamente versátil para pulsar distintas cuerdas cuando compone personajes. Ahora que disfruta de tanto éxito de taquilla, sería oportuno que invirtiera en guionistas para sus próximos espectáculos, que escriban sketches más originales e ingeniosos, para no caer en el humor demodé y trillado de “Fantástica”, que brindó su última función en La Plata.