Mis abuelos vinieron de Italia huyendo de la Guerra. Poco y nada hablaban de lo que los había obligado a dejar su tierra natal. Casa, familia, amigos, trabajo, todo quedaba atrás. Una larga travesía en barco los traería a la tierra prometida, a un nuevo comienzo. Nunca imaginé que algo similar ocurriría en pleno siglo XXI. Hoy vemos las escenas y parece una película. Una fotografía tomada en un andén: las manos de un adulto apoyadas en la ventanilla de un tren, y del otro lado, las manitos de un niño de ojos tristes. Me recordó a “La elección de Sofía” (Sophie’s Choice), en la que el personaje interpretado por Meryl Streep debe elegir de qué hijo desprenderse durante el nazismo. ¿Tan poco puede hacer el resto de los líderes mundiales para impedírselo? Irene Bianchi / irenebeatrizbianchi@hotmail.com